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Salmos 109:18 - Biblia Reina Valera 1960

18 Se vistió de maldición como de su vestido, Y entró como agua en sus entrañas, Y como aceite en sus huesos.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

18 Maldecir le resulta tan natural como la ropa que usa, o el agua que bebe o los alimentos deliciosos que come.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

18 Se puso la maldición como su ropa: que le penetre hasta el fondo como el agua y le cale como aceite hasta sus huesos.

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La Biblia Textual 3a Edicion

18 Como de su manto, se vistió de maldición, Y ella entró como agua en sus entrañas, Como aceite en sus huesos.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

18 tomó la maldición como vestido, que como agua penetre en su interior, como aceite en sus huesos;

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

18 Y se vistió de maldición como de su vestido, y entró como agua en sus entrañas, y como aceite en sus huesos.

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Salmos 109:18
14 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Por tanto, la soberbia los corona; Se cubren de vestido de violencia.


y estas aguas que dan maldición entren en tus entrañas, y hagan hinchar tu vientre y caer tu muslo. Y la mujer dirá: Amén, amén.


Vestíos, pues, como escogidos de Dios, santos y amados, de entrañable misericordia, de benignidad, de humildad, de mansedumbre, de paciencia;


Igualmente, jóvenes, estad sujetos a los ancianos; y todos, sumisos unos a otros, revestíos de humildad; porque: Dios resiste a los soberbios, Y da gracia a los humildes.


Pero ahora dejad también vosotros todas estas cosas: ira, enojo, malicia, blasfemia, palabras deshonestas de vuestra boca.


para que tome la parte de este ministerio y apostolado, de que cayó Judas por transgresión, para irse a su propio lugar.


Este, pues, con el salario de su iniquidad adquirió un campo, y cayendo de cabeza, se reventó por la mitad, y todas sus entrañas se derramaron.


A la verdad el Hijo del Hombre va, según está escrito de él, mas ¡ay de aquel hombre por quien el Hijo del Hombre es entregado! Bueno le fuera a ese hombre no haber nacido.


Me vestía de justicia, y ella me cubría; Como manto y diadema era mi rectitud.


Le dará, pues, a beber las aguas; y si fuere inmunda y hubiere sido infiel a su marido, las aguas que obran maldición entrarán en ella para amargar, y su vientre se hinchará y caerá su muslo; y la mujer será maldición en medio de su pueblo.


Séale como vestido con que se cubra, Y en lugar de cinto con que se ciña siempre.


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