Biblia Todo Logo
ព្រះគម្ពីរតាមអ៊ីនធឺណិត

- ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម -





Mateo 24:42 - Biblia Reina Valera 1960

42 Velad, pues, porque no sabéis a qué hora ha de venir vuestro Señor.

សូមមើលជំពូក ចម្លង


កំណែច្រើនទៀត

Biblia Nueva Traducción Viviente

42 »¡Así que ustedes también deben estar alerta!, porque no saben qué día vendrá su Señor.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Católica (Latinoamericana)

42 Por eso estén despiertos, porque no saben en qué día vendrá su Señor.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

La Biblia Textual 3a Edicion

42 ¡Velad, pues, porque no sabéis en cuál día viene vuestro Señor!

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Serafín de Ausejo 1975

42 Velad, pues, porque no sabéis en qué día va a llegar vuestro Señor.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

42 Velad, pues, porque no sabéis a qué hora ha de venir vuestro Señor.

សូមមើលជំពូក ចម្លង




Mateo 24:42
17 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Velad, pues, en todo tiempo orando que seáis tenidos por dignos de escapar de todas estas cosas que vendrán, y de estar en pie delante del Hijo del Hombre.


Por tanto, no durmamos como los demás, sino velemos y seamos sobrios.


Velad, pues, porque no sabéis el día ni la hora en que el Hijo del Hombre ha de venir.


He aquí, yo vengo como ladrón. Bienaventurado el que vela, y guarda sus ropas, para que no ande desnudo, y vean su vergüenza.


Velad, estad firmes en la fe; portaos varonilmente, y esforzaos.


Pero del día y la hora nadie sabe, ni aun los ángeles de los cielos, sino solo mi Padre.


Y esto, conociendo el tiempo, que es ya hora de levantarnos del sueño; porque ahora está más cerca de nosotros nuestra salvación que cuando creímos.


Por tanto, también vosotros estad preparados; porque el Hijo del Hombre vendrá a la hora que no pensáis.


Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar;


Mas el fin de todas las cosas se acerca; sed, pues, sobrios, y velad en oración.


Pero sabed esto, que si el padre de familia supiese a qué hora el ladrón habría de venir, velaría, y no dejaría minar su casa.


Pero mientras ellas iban a comprar, vino el esposo; y las que estaban preparadas entraron con él a las bodas; y se cerró la puerta.


Mirad también por vosotros mismos, que vuestros corazones no se carguen de glotonería y embriaguez y de los afanes de esta vida, y venga de repente sobre vosotros aquel día.


តាម​ពួក​យើង:

ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម


ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម