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Mateo 16:18 - Biblia Reina Valera 1960

18 Y yo también te digo, que tú eres Pedro, y sobre esta roca edificaré mi iglesia; y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

18 Ahora te digo que tú eres Pedro (que significa “roca”), y sobre esta roca edificaré mi iglesia, y el poder de la muerte no la conquistará.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

18 Y ahora yo te digo: Tú eres Pedro (o sea Piedra), y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia; los poderes de la muerte jamás la podrán vencer.

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La Biblia Textual 3a Edicion

18 Y Yo también te digo que tú eres Pedro, y sobre esta roca° edificaré mi iglesia, y las puertas del Hades° no prevalecerán contra° ella.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

18 Ahora yo también te digo que tú eres Pedro; sobre esta piedra edificaré mi Iglesia y las puertas del Hades no podrán contra ella.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

18 Y yo también te digo que tú eres Pedro, y sobre esta roca edificaré mi iglesia, y las puertas del infierno no prevalecerán contra ella.

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Mateo 16:18
42 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

por tanto, Jehová el Señor dice así: He aquí que yo he puesto en Sion por fundamento una piedra, piedra probada, angular, preciosa, de cimiento estable; el que creyere, no se apresure.


y él es la cabeza del cuerpo que es la iglesia, él que es el principio, el primogénito de entre los muertos, para que en todo tenga la preeminencia;


Y le trajo a Jesús. Y mirándole Jesús, dijo: Tú eres Simón, hijo de Jonás; tú serás llamado Cefas (que quiere decir, Pedro).


Así que, recibiendo nosotros un reino inconmovible, tengamos gratitud, y mediante ella sirvamos a Dios agradándole con temor y reverencia;


alabando a Dios, y teniendo favor con todo el pueblo. Y el Señor añadía cada día a la iglesia los que habían de ser salvos.


para que si tardo, sepas cómo debes conducirte en la casa de Dios, que es la iglesia del Dios viviente, columna y baluarte de la verdad.


Ninguna arma forjada contra ti prosperará, y condenarás toda lengua que se levante contra ti en juicio. Esta es la herencia de los siervos de Jehová, y su salvación de mí vendrá, dijo Jehová.


Grande es este misterio; mas yo digo esto respecto de Cristo y de la iglesia.


para que la multiforme sabiduría de Dios sea ahora dada a conocer por medio de la iglesia a los principados y potestades en los lugares celestiales,


Alta está para el insensato la sabiduría; En la puerta no abrirá él su boca.


¿Te han sido descubiertas las puertas de la muerte, Y has visto las puertas de la sombra de muerte?


Y el muro de la ciudad tenía doce cimientos, y sobre ellos los doce nombres de los doce apóstoles del Cordero.


Y Saulo consentía en su muerte. En aquel día hubo una gran persecución contra la iglesia que estaba en Jerusalén; y todos fueron esparcidos por las tierras de Judea y de Samaria, salvo los apóstoles.


Ten misericordia de mí, Jehová; Mira mi aflicción que padezco a causa de los que me aborrecen, Tú que me levantas de las puertas de la muerte,


(pues el que no sabe gobernar su propia casa, ¿cómo cuidará de la iglesia de Dios?);


y reconociendo la gracia que me había sido dada, Jacobo, Cefas y Juan, que eran considerados como columnas, nos dieron a mí y a Bernabé la diestra en señal de compañerismo, para que nosotros fuésemos a los gentiles, y ellos a la circuncisión.


Si no los oyere a ellos, dilo a la iglesia; y si no oyere a la iglesia, tenle por gentil y publicano.


Y tú, Capernaum, que eres levantada hasta el cielo, hasta el Hades serás abatida; porque si en Sodoma se hubieran hecho los milagros que han sido hechos en ti, habría permanecido hasta el día de hoy.


Los nombres de los doce apóstoles son estos: primero Simón, llamado Pedro, y Andrés su hermano; Jacobo hijo de Zebedeo, y Juan su hermano;


Hablaban contra mí los que se sentaban a la puerta, Y me zaherían en sus canciones los bebedores.


de cierto te bendeciré, y multiplicaré tu descendencia como las estrellas del cielo y como la arena que está a la orilla del mar; y tu descendencia poseerá las puertas de sus enemigos.


El séptimo ángel tocó la trompeta, y hubo grandes voces en el cielo, que decían: Los reinos del mundo han venido a ser de nuestro Señor y de su Cristo; y él reinará por los siglos de los siglos.


¿Dónde está, oh muerte, tu aguijón? ¿Dónde, oh sepulcro, tu victoria?


Yo dije: A la mitad de mis días iré a las puertas del Seol; privado soy del resto de mis años.


y por espíritu de juicio al que se sienta en juicio, y por fuerzas a los que rechacen la batalla en la puerta.


Su alma abominó todo alimento, Y llegaron hasta las puertas de la muerte.


Entonces el rey les dijo: Yo haré lo que bien os parezca. Y se puso el rey a la entrada de la puerta, mientras salía todo el pueblo de ciento en ciento y de mil en mil.


Bienaventurado el hombre que llenó su aljaba de ellos; No será avergonzado Cuando hablare con los enemigos en la puerta.


Mucho me han angustiado desde mi juventud; Mas no prevalecieron contra mí.


Descendí a los cimientos de los montes; La tierra echó sus cerrojos sobre mí para siempre; Mas tú sacaste mi vida de la sepultura, oh Jehová Dios mío.


Andando Jesús junto al mar de Galilea, vio a dos hermanos, Simón, llamado Pedro, y Andrés su hermano, que echaban la red en el mar; porque eran pescadores.


Cualquiera, pues, que me oye estas palabras, y las hace, le compararé a un hombre prudente, que edificó su casa sobre la roca.


Por tanto, mirad por vosotros, y por todo el rebaño en que el Espíritu Santo os ha puesto por obispos, para apacentar la iglesia del Señor, la cual él ganó por su propia sangre.


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