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Mateo 14:36 - Biblia Reina Valera 1960

36 y le rogaban que les dejase tocar solamente el borde de su manto; y todos los que lo tocaron, quedaron sanos.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

36 Le suplicaban que permitiera a los enfermos tocar al menos el fleco de su túnica, y todos los que tocaban a Jesús eran sanados.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

36 Le rogaban que los dejara tocar al menos el fleco de su manto, y todos los que lo tocaron quedaron totalmente sanos.

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La Biblia Textual 3a Edicion

36 y le rogaban tan sólo tocar el borde de su manto; y cuantos lo tocaron, fueron sanados.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

36 y le rogaban que les permitiera tocar siquiera el borde de su manto. Y todos los que lo tocaron quedaron curados.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

36 y le rogaban que les dejase tocar tan sólo el borde de su manto; y todos los que le tocaban, quedaban sanos.

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Mateo 14:36
15 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Y toda la gente procuraba tocarle, porque poder salía de él y sanaba a todos.


Porque había sanado a muchos; de manera que por tocarle, cuantos tenían plagas caían sobre él.


Y por la fe en su nombre, a este, que vosotros veis y conocéis, le ha confirmado su nombre; y la fe que es por él ha dado a este esta completa sanidad en presencia de todos vosotros.


Si recibe el hombre la circuncisión en el día de reposo, para que la ley de Moisés no sea quebrantada, ¿os enojáis conmigo porque en el día de reposo sané completamente a un hombre?


Todo lo que el Padre me da, vendrá a mí; y al que a mí viene, no le echo fuera.


Antes, hacen todas sus obras para ser vistos por los hombres. Pues ensanchan sus filacterias, y extienden los flecos de sus mantos;


Cuando le conocieron los hombres de aquel lugar, enviaron noticia por toda aquella tierra alrededor, y trajeron a él todos los enfermos;


Y dondequiera que entraba, en aldeas, ciudades o campos, ponían en las calles a los que estaban enfermos, y le rogaban que les dejase tocar siquiera el borde de su manto; y todos los que le tocaban quedaban sanos.


Vino luego a Betsaida; y le trajeron un ciego, y le rogaron que le tocase.


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