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Lucas 9:55 - Biblia Reina Valera 1960

55 Entonces volviéndose él, los reprendió, diciendo: Vosotros no sabéis de qué espíritu sois;

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Biblia Nueva Traducción Viviente

55 Entonces Jesús se volvió a ellos y los reprendió.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

55 Pero Jesús se volvió y los reprendió.

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La Biblia Textual 3a Edicion

55 Pero volviéndose,° los reprendió.°

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

55 Pero Jesús, volviéndose hacia ellos, los reprendió.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

55 Entonces volviéndose Él, los reprendió, diciendo: Vosotros no sabéis de qué espíritu sois;

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Lucas 9:55
24 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Yo reprendo y castigo a todos los que amo; sé, pues, celoso, y arrepiéntete.


no devolviendo mal por mal, ni maldición por maldición, sino por el contrario, bendiciendo, sabiendo que fuisteis llamados para que heredaseis bendición.


¿A quién has anunciado palabras, Y de quién es el espíritu que de ti procede?


Y él le dijo: Como suele hablar cualquiera de las mujeres fatuas, has hablado. ¿Qué? ¿Recibiremos de Dios el bien, y el mal no lo recibiremos? En todo esto no pecó Job con sus labios.


Pero uno de los que estaban con Jesús, extendiendo la mano, sacó su espada, e hiriendo a un siervo del sumo sacerdote, le quitó la oreja.


Velad y orad, para que no entréis en tentación; el espíritu a la verdad está dispuesto, pero la carne es débil.


Respondiendo Pedro, le dijo: Aunque todos se escandalicen de ti, yo nunca me escandalizaré.


Pero él, volviéndose, dijo a Pedro: ¡Quítate de delante de mí, Satanás!; me eres tropiezo, porque no pones la mira en las cosas de Dios, sino en las de los hombres.


Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿quién lo conocerá?


No reprendas al escarnecedor, para que no te aborrezca; Corrige al sabio, y te amará.


Por tanto me aborrezco, Y me arrepiento en polvo y ceniza.


David entonces dijo: ¿Qué tengo yo con vosotros, hijos de Sarvia, para que hoy me seáis adversarios? ¿Ha de morir hoy alguno en Israel? ¿Pues no sé yo que hoy soy rey sobre Israel?


De una misma boca proceden bendición y maldición. Hermanos míos, esto no debe ser así.


De pecado, por cuanto no creen en mí;


Viendo esto sus discípulos Jacobo y Juan, dijeron: Señor, ¿quieres que mandemos que descienda fuego del cielo, como hizo Elías, y los consuma?


porque el Hijo del Hombre no ha venido para perder las almas de los hombres, sino para salvarlas. Y se fueron a otra aldea.


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