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Lamentaciones 5:1 - Biblia Reina Valera 1960

1 Acuérdate, oh Jehová, de lo que nos ha sucedido; Mira, y ve nuestro oprobio.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

1 Señor, recuerda lo que nos ha sucedido. ¡Mira cómo hemos sido deshonrados!

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Biblia Católica (Latinoamericana)

1 Yavé, acuérdate de lo que nos ha pasado, mira y ve nuestra humillación.

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La Biblia Textual 3a Edicion

1 ¡Acuérdate, oh YHVH, de lo que nos ha sobrevenido, Y mira, contempla nuestro oprobio!

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

1 Recuerda, Yahveh, lo que nos ha sucedido, mira y ve nuestro oprobio.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

1 Acuérdate, oh Jehová, de lo que nos ha sucedido: Ve y mira nuestro oprobio.

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Lamentaciones 5:1
26 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Oh Jehová, he oído tu palabra, y temí. Oh Jehová, aviva tu obra en medio de los tiempos, En medio de los tiempos hazla conocer; En la ira acuérdate de la misericordia.


Has oído el oprobio de ellos, oh Jehová, todas sus maquinaciones contra mí;


Acuérdate de mi aflicción y de mi abatimiento, del ajenjo y de la hiel;


Todos los que pasaban por el camino batieron las manos sobre ti; Silbaron, y movieron despectivamente sus cabezas sobre la hija de Jerusalén, diciendo: ¿Es esta la ciudad que decían de perfecta hermosura, el gozo de toda la tierra?


Tú lo sabes, oh Jehová; acuérdate de mí, y visítame, y véngame de mis enemigos. No me reproches en la prolongación de tu enojo; sabes que por amor de ti sufro afrenta.


Y devuelve a nuestros vecinos en su seno siete tantos De su infamia, con que te han deshonrado, oh Jehová.


Somos afrentados de nuestros vecinos, Escarnecidos y burlados de los que están en nuestros alrededores.


Oye, oh Dios nuestro, que somos objeto de su menosprecio, y vuelve el baldón de ellos sobre su cabeza, y entrégalos por despojo en la tierra de su cautiverio.


Y dijo a Jesús: Acuérdate de mí cuando vengas en tu reino.


Mira, oh Jehová, y considera a quién has hecho así. ¿Han de comer las mujeres el fruto de sus entrañas, los pequeñitos a su tierno cuidado? ¿Han de ser muertos en el santuario del Señor el sacerdote y el profeta?


Mira, oh Jehová, estoy atribulada, mis entrañas hierven. Mi corazón se trastorna dentro de mí, porque me rebelé en gran manera. Por fuera hizo estragos la espada; por dentro señoreó la muerte.


Acuérdate que como a barro me diste forma; ¿Y en polvo me has de volver?


Acuérdate que mi vida es un soplo, Y que mis ojos no volverán a ver el bien.


Acuérdate ahora de la palabra que diste a Moisés tu siervo, diciendo: Si vosotros pecareis, yo os dispersaré por los pueblos;


Y me dijeron: El remanente, los que quedaron de la cautividad, allí en la provincia, están en gran mal y afrenta, y el muro de Jerusalén derribado, y sus puertas quemadas a fuego.


Mira mi aflicción, y líbrame, Porque de tu ley no me he olvidado.


Sobre tus muros, oh Jerusalén, he puesto guardas; todo el día y toda la noche no callarán jamás. Los que os acordáis de Jehová, no reposéis,


Hasta que Jehová mire y vea desde los cielos;


Acuérdate de esto: que el enemigo ha afrentado a Jehová, Y pueblo insensato ha blasfemado tu nombre.


Estamos avergonzados, porque oímos la afrenta; la confusión cubrió nuestros rostros, porque vinieron extranjeros contra los santuarios de la casa de Jehová.


Su inmundicia está en sus faldas, y no se acordó de su fin; Por tanto, ella ha descendido sorprendentemente, y no tiene quien la consuele. Mira, oh Jehová, mi aflicción, porque el enemigo se ha engrandecido.


Todo su pueblo buscó su pan suspirando; Dieron por la comida todas sus cosas preciosas, para entretener la vida. Mira, oh Jehová, y ve que estoy abatida.


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