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Job 3:17 - Biblia Reina Valera 1960

17 Allí los impíos dejan de perturbar, Y allí descansan los de agotadas fuerzas.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

17 Pues una vez muertos, los malvados no causan más problemas y los cansados encuentran reposo.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

17 Allí cesan de moverse los malvados y descansan los que se encuentran agotados.

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La Biblia Textual 3a Edicion

17 Allí dejan de perturbar los malvados, Allí descansan los de agotadas fuerzas,

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

17 Allí no se agitan los perversos, allí reposan los exhaustos de fuerzas.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

17 Allí los impíos dejan de perturbar, y allí descansan los de agotadas fuerzas.

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Job 3:17
16 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Oí una voz que desde el cielo me decía: Escribe: Bienaventurados de aquí en adelante los muertos que mueren en el Señor. Sí, dice el Espíritu, descansarán de sus trabajos, porque sus obras con ellos siguen.


A la profundidad del Seol descenderán, Y juntamente descansarán en el polvo.


Procuremos, pues, entrar en aquel reposo, para que ninguno caiga en semejante ejemplo de desobediencia.


Por tanto, queda un reposo para el pueblo de Dios.


¡Oh, quién me diera que me escondieses en el Seol, Que me encubrieses hasta apaciguarse tu ira, Que me pusieses plazo, y de mí te acordaras!


Mas os digo, amigos míos: No temáis a los que matan el cuerpo, y después nada más pueden hacer.


Y no temáis a los que matan el cuerpo, mas el alma no pueden matar; temed más bien a aquel que puede destruir el alma y el cuerpo en el infierno.


(porque este justo, que moraba entre ellos, afligía cada día su alma justa, viendo y oyendo los hechos inicuos de ellos),


Y Jehová entregará a Israel también contigo en manos de los filisteos; y mañana estaréis conmigo, tú y tus hijos; y Jehová entregará también al ejército de Israel en mano de los filisteos.


¿Por qué no fui escondido como abortivo, Como los pequeñitos que nunca vieron la luz?


Allí también reposan los cautivos; No oyen la voz del capataz.


Y alabé yo a los finados, los que ya murieron, más que a los vivientes, los que viven todavía.


También su amor y su odio y su envidia fenecieron ya; y nunca más tendrán parte en todo lo que se hace debajo del sol.


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