Biblia Todo Logo
ព្រះគម្ពីរតាមអ៊ីនធឺណិត

- ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម -





Job 2:10 - Biblia Reina Valera 1960

10 Y él le dijo: Como suele hablar cualquiera de las mujeres fatuas, has hablado. ¿Qué? ¿Recibiremos de Dios el bien, y el mal no lo recibiremos? En todo esto no pecó Job con sus labios.

សូមមើលជំពូក ចម្លង


កំណែច្រើនទៀត

Biblia Nueva Traducción Viviente

10 Sin embargo, Job contestó: «Hablas como una mujer necia. ¿Aceptaremos solo las cosas buenas que vienen de la mano de Dios y nunca lo malo?». A pesar de todo, Job no dijo nada incorrecto.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Católica (Latinoamericana)

10 Pero él le dijo: 'Hablas como una tonta cualquiera. Si aceptamos de Dios lo bueno, ¿por qué no aceptaremos también lo malo?' En todo esto no pecó Job con sus palabras.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

La Biblia Textual 3a Edicion

10 Pero él le respondió: Como suelen hablar las insensatas has hablado tú. Si recibimos de ’Elohim el bien, ¿no hemos de aceptar también el mal? En todo esto no pecó Job con sus labios.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Serafín de Ausejo 1975

10 Pero él respondió: 'Hablas como una necia. Si aceptamos la dicha que Dios nos envía, ¿por qué no aceptar la desgracia?'. En nada de esto pecó Job con sus labios.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

10 Y él le dijo: Como suele hablar cualquiera de las mujeres fatuas, has hablado. ¿Qué? ¿Recibiremos de Dios el bien, y el mal no lo recibiremos? En todo esto no pecó Job con sus labios.

សូមមើលជំពូក ចម្លង




Job 2:10
30 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Bienaventurado el varón que soporta la tentación; porque cuando haya resistido la prueba, recibirá la corona de vida, que Dios ha prometido a los que le aman.


gozosos en la esperanza; sufridos en la tribulación; constantes en la oración;


Pero él, volviéndose, dijo a Pedro: ¡Quítate de delante de mí, Satanás!; me eres tropiezo, porque no pones la mira en las cosas de Dios, sino en las de los hombres.


Jesús entonces dijo a Pedro: Mete tu espada en la vaina; la copa que el Padre me ha dado, ¿no la he de beber?


Después que David hubo censado al pueblo, le pesó en su corazón; y dijo David a Jehová: Yo he pecado gravemente por haber hecho esto; mas ahora, oh Jehová, te ruego que quites el pecado de tu siervo, porque yo he hecho muy neciamente.


Yo dije: Atenderé a mis caminos, Para no pecar con mi lengua; Guardaré mi boca con freno, En tanto que el impío esté delante de mí.


Porque todos ofendemos muchas veces. Si alguno no ofende en palabra, este es varón perfecto, capaz también de refrenar todo el cuerpo.


Porque ¿adónde iría yo con mi deshonra? Y aun tú serías estimado como uno de los perversos en Israel. Te ruego pues, ahora, que hables al rey, que él no me negará a ti.


Y al hombre dijo: Por cuanto obedeciste a la voz de tu mujer, y comiste del árbol de que te mandé diciendo: No comerás de él; maldita será la tierra por tu causa; con dolor comerás de ella todos los días de tu vida.


Porque los ojos de Jehová contemplan toda la tierra, para mostrar su poder a favor de los que tienen corazón perfecto para con él. Locamente has hecho en esto; porque de aquí en adelante habrá más guerra contra ti.


Cinco de ellas eran prudentes y cinco insensatas.


Por el pecado de su boca, por la palabra de sus labios, Sean ellos presos en su soberbia, Y por la maldición y mentira que profieren.


Porque toda la casa de mi padre era digna de muerte delante de mi señor el rey, y tú pusiste a tu siervo entre los convidados a tu mesa. ¿Qué derecho, pues, tengo aún para clamar más al rey?


David entonces dijo: ¿Qué tengo yo con vosotros, hijos de Sarvia, para que hoy me seáis adversarios? ¿Ha de morir hoy alguno en Israel? ¿Pues no sé yo que hoy soy rey sobre Israel?


La mujer insensata es alborotadora; Es simple e ignorante.


Dejad las simplezas, y vivid, Y andad por el camino de la inteligencia.


¿No le has cercado alrededor a él y a su casa y a todo lo que tiene? Al trabajo de sus manos has dado bendición; por tanto, sus bienes han aumentado sobre la tierra.


Y Samuel se lo manifestó todo, sin encubrirle nada. Entonces él dijo: Jehová es; haga lo que bien le pareciere.


Entonces le dijo su mujer: ¿Aún retienes tu integridad? Maldice a Dios, y muérete.


Enmudecí, no abrí mi boca, Porque tú lo hiciste.


En el día del bien goza del bien; y en el día de la adversidad considera. Dios hizo tanto lo uno como lo otro, a fin de que el hombre nada halle después de él.


Quita de sobre mí tu plaga; Estoy consumido bajo los golpes de tu mano.


¿Quién será aquel que diga que sucedió algo que el Señor no mandó?


តាម​ពួក​យើង:

ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម


ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម