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Job 16:11 - Biblia Reina Valera 1960

11 Me ha entregado Dios al mentiroso, Y en las manos de los impíos me hizo caer.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

11 Dios me ha entregado a los pecadores y me ha arrojado en manos de los malvados.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

11 Dios me ha entregado a los injustos y me ha arrojado en manos de los malvados.

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La Biblia Textual 3a Edicion

11 Dios me ha entregado a los impíos, Y arrojado en manos del malvado.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

11 Dios me entrega a los malvados, me arroja al poder de los perversos.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

11 Dios me ha entregado a los impíos, y me ha entregado en las manos de los malvados.

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Job 16:11
17 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

No me entregaste en mano del enemigo; Pusiste mis pies en lugar espacioso.


No me entregues a la voluntad de mis enemigos; Porque se han levantado contra mí testigos falsos, y los que respiran crueldad.


Y para que la grandeza de las revelaciones no me exaltase desmedidamente, me fue dado un aguijón en mi carne, un mensajero de Satanás que me abofetee, para que no me enaltezca sobremanera;


Porque Dios sujetó a todos en desobediencia, para tener misericordia de todos.


Así que entonces lo entregó a ellos para que fuese crucificado. Tomaron, pues, a Jesús, y le llevaron.


He aquí, el impío concibió maldad, Se preñó de iniquidad, Y dio a luz engaño.


Entonces salió Satanás de la presencia de Jehová, e hirió a Job con una sarna maligna desde la planta del pie hasta la coronilla de la cabeza.


Tú has mostrado hoy que has hecho conmigo bien; pues no me has dado muerte, habiéndome entregado Jehová en tu mano.


La tierra es entregada en manos de los impíos, Y él cubre el rostro de sus jueces. Si no es él, ¿quién es? ¿Dónde está?


¿Te parece bien que oprimas, Que deseches la obra de tus manos, Y que favorezcas los designios de los impíos?


Abrieron contra mí su boca; Hirieron mis mejillas con afrenta; Contra mí se juntaron todos.


Próspero estaba, y me desmenuzó; Me arrebató por la cerviz y me despedazó, Y me puso por blanco suyo.


Sabed ahora que Dios me ha derribado, Y me ha envuelto en su red.


¿Por qué me perseguís como Dios, Y ni aun de mi carne os saciáis?


Vive Dios, que ha quitado mi derecho, Y el Omnipotente, que amargó el alma mía,


¿Invalidarás tú también mi juicio? ¿Me condenarás a mí, para justificarte tú?


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