Job 1:11 - Biblia Reina Valera 1960

¹¹ Pero extiende ahora tu mano y toca todo lo que tiene, y verás si no blasfema contra ti en tu misma presencia.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

¹¹ Así que extiende tu mano y quítale todo lo que tiene, ¡ten por seguro que te maldecirá en tu propia cara!

Biblia Católica (Latinoamericana)

¹¹ Pero extiende tu mano y toca sus pertenencias. Verás si no te maldice en tu propia cara.

La Biblia Textual 3a Edicion

¹¹ Pero, extiende ahora tu mano y toca todo lo que tiene, y verás si no te maldice° en tu propio Rostro.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

¹¹ Pero prueba a extender tu mano y tocar su hacienda. ¡Ya verás cómo te maldice en tu propia cara!'.

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

¹¹ Pero extiende ahora tu mano, y toca todo lo que tiene, y te maldecirá en tu cara.

Job 1:11 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា

Job 2:5

Pero extiende ahora tu mano, y toca su hueso y su carne, y verás si no blasfema contra ti en tu misma presencia.

Job 19:21

¡Oh, vosotros mis amigos, tened compasión de mí, tened compasión de mí! Porque la mano de Dios me ha tocado.

Apocalipsis 16:11

y blasfemaron contra el Dios del cielo por sus dolores y por sus úlceras, y no se arrepintieron de sus obras.

Apocalipsis 16:21

Y cayó del cielo sobre los hombres un enorme granizo como del peso de un talento; y los hombres blasfemaron contra Dios por la plaga del granizo; porque su plaga fue sobremanera grande.

Apocalipsis 16:9

Y los hombres se quemaron con el gran calor, y blasfemaron el nombre de Dios, que tiene poder sobre estas plagas, y no se arrepintieron para darle gloria.

Zacarías 2:8

Porque así ha dicho Jehová de los ejércitos: Tras la gloria me enviará él a las naciones que os despojaron; porque el que os toca, toca a la niña de su ojo.

Isaías 8:21

Y pasarán por la tierra fatigados y hambrientos, y acontecerá que teniendo hambre, se enojarán y maldecirán a su rey y a su Dios, levantando el rostro en alto.

Isaías 5:25

Por esta causa se encendió el furor de Jehová contra su pueblo, y extendió contra él su mano, y le hirió; y se estremecieron los montes, y sus cadáveres fueron arrojados en medio de las calles. Con todo esto no ha cesado su furor, sino que todavía su mano está extendida.

Salmos 105:15

No toquéis, dijo, a mis ungidos, Ni hagáis mal a mis profetas.

Job 4:5

Mas ahora que el mal ha venido sobre ti, te desalientas; Y cuando ha llegado hasta ti, te turbas.

Job 2:9

Entonces le dijo su mujer: ¿Aún retienes tu integridad? Maldice a Dios, y muérete.

Job 1:21

y dijo: Desnudo salí del vientre de mi madre, y desnudo volveré allá. Jehová dio, y Jehová quitó; sea el nombre de Jehová bendito.

Job 1:12

Dijo Jehová a Satanás: He aquí, todo lo que tiene está en tu mano; solamente no pongas tu mano sobre él. Y salió Satanás de delante de Jehová.

Job 1:5

Y acontecía que habiendo pasado en turno los días del convite, Job enviaba y los santificaba, y se levantaba de mañana y ofrecía holocaustos conforme al número de todos ellos. Porque decía Job: Quizá habrán pecado mis hijos, y habrán blasfemado contra Dios en sus corazones. De esta manera hacía todos los días.

Génesis 26:11

Entonces Abimelec mandó a todo el pueblo, diciendo: El que tocare a este hombre o a su mujer, de cierto morirá.

Apocalipsis 12:10

Entonces oí una gran voz en el cielo, que decía: Ahora ha venido la salvación, el poder, y el reino de nuestro Dios, y la autoridad de su Cristo; porque ha sido lanzado fuera el acusador de nuestros hermanos, el que los acusaba delante de nuestro Dios día y noche.

Isaías 65:3

pueblo que en mi rostro me provoca de continuo a ira, sacrificando en huertos, y quemando incienso sobre ladrillos;

Job 2:3

Y Jehová dijo a Satanás: ¿No has considerado a mi siervo Job, que no hay otro como él en la tierra, varón perfecto y recto, temeroso de Dios y apartado del mal, y que todavía retiene su integridad, aun cuando tú me incitaste contra él para que lo arruinara sin causa?

Job 2:6

Y Jehová dijo a Satanás: He aquí, él está en tu mano; mas guarda su vida.

Job 2:7

Entonces salió Satanás de la presencia de Jehová, e hirió a Job con una sarna maligna desde la planta del pie hasta la coronilla de la cabeza.