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Jeremías 8:6 - Biblia Reina Valera 1960

6 Escuché y oí; no hablan rectamente, no hay hombre que se arrepienta de su mal, diciendo: ¿Qué he hecho? Cada cual se volvió a su propia carrera, como caballo que arremete con ímpetu a la batalla.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

6 Escucho sus conversaciones y no oigo una sola palabra de verdad. ¿Hay alguien que esté apenado por haber hecho lo malo? ¿Hay alguien que diga: “¡Qué cosa tan terrible he hecho!”? ¡No! ¡Todos corren por el camino del pecado tan veloces como galopa un caballo a la batalla!

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Biblia Católica (Latinoamericana)

6 Ven y oyen, pero hablan otro lenguaje y nadie llora su maldad, diciendo: '¿Qué es lo que he hecho?' Todos prosiguen su loca carrera como un caballo que se lanza a la carga.

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La Biblia Textual 3a Edicion

6 He estado atento y he escuchado: No hablan rectamente, No hay quien se arrepienta de su maldad, y diga: ¿Qué he hecho? Cada cual se vuelve a su carrera, Como corcel desbordado en la batalla.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

6 Estuve atento y oí: hablan como no deben nadie se arrepiente de su maldad diciendo: '¿Qué he hecho?'. Todos se precipitan en su carrera, como caballo lanzado al combate.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

6 Escuché y oí; pero no hablan derecho, no hay hombre que se arrepienta de su mal, y que diga: ¿Qué he hecho? Cada cual se volvió a su carrera, como caballo que arremete hacia la batalla.

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Jeremías 8:6
24 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Jehová miró desde los cielos sobre los hijos de los hombres, Para ver si había algún entendido, Que buscara a Dios.


Porque miró y se apartó de todas sus transgresiones que había cometido, de cierto vivirá; no morirá.


El Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento.


Entonces los que temían a Jehová hablaron cada uno a su compañero; y Jehová escuchó y oyó, y fue escrito libro de memoria delante de él para los que temen a Jehová, y para los que piensan en su nombre.


Faltó el misericordioso de la tierra, y ninguno hay recto entre los hombres; todos acechan por sangre; cada cual arma red a su hermano.


Y los otros hombres que no fueron muertos con estas plagas, ni aun así se arrepintieron de las obras de sus manos, ni dejaron de adorar a los demonios, y a las imágenes de oro, de plata, de bronce, de piedra y de madera, las cuales no pueden ver, ni oír, ni andar;


Así ha dicho Jehová de los ejércitos: Meditad sobre vuestros caminos.


Pues así ha dicho Jehová de los ejércitos: Meditad bien sobre vuestros caminos.


Y busqué entre ellos hombre que hiciese vallado y que se pusiese en la brecha delante de mí, a favor de la tierra, para que yo no la destruyese; y no lo hallé.


Recorred las calles de Jerusalén, y mirad ahora, e informaos; buscad en sus plazas a ver si halláis hombre, si hay alguno que haga justicia, que busque verdad; y yo la perdonaré.


Y vio que no había hombre, y se maravilló que no hubiera quien se interpusiese; y lo salvó su brazo, y le afirmó su misma justicia.


Por tanto, Jehová esperará para tener piedad de vosotros, y por tanto, será exaltado teniendo de vosotros misericordia; porque Jehová es Dios justo; bienaventurados todos los que confían en él.


Diré a Dios: No me condenes; Hazme entender por qué contiendes conmigo.


Yo he oído lo que aquellos profetas dijeron, profetizando mentira en mi nombre, diciendo: Soñé, soñé.


De seguro conviene que se diga a Dios: He llevado ya castigo, no ofenderé ya más;


Enséñame tú lo que yo no veo; Si hice mal, no lo haré más.


Por la iniquidad de su codicia me enojé, y le herí, escondí mi rostro y me indigné; y él siguió rebelde por el camino de su corazón.


¿Guardará su enojo para siempre? ¿Eternamente lo guardará? He aquí que has hablado y hecho cuantas maldades pudiste.


Todo Israel traspasó tu ley apartándose para no obedecer tu voz; por lo cual ha caído sobre nosotros la maldición y el juramento que está escrito en la ley de Moisés, siervo de Dios; porque contra él pecamos.


Dije: Ciertamente me temerá; recibirá corrección, y no será destruida su morada según todo aquello por lo cual la castigué. Mas ellos se apresuraron a corromper todos sus hechos.


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