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Hechos 4:27 - Biblia Reina Valera 1960

27 Porque verdaderamente se unieron en esta ciudad contra tu santo Hijo Jesús, a quien ungiste, Herodes y Poncio Pilato, con los gentiles y el pueblo de Israel,

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Biblia Nueva Traducción Viviente

27 »De hecho, ¡eso ha ocurrido aquí en esta misma ciudad! Pues Herodes Antipas, el gobernador Poncio Pilato, los gentiles y el pueblo de Israel estaban todos unidos en contra de Jesús, tu santo siervo, a quien tú ungiste.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

27 Es verdad que en esta ciudad hubo una conspiración de Herodes con Poncio Pilato, los paganos y el pueblo de Israel contra tu santo siervo Jesús, a quien tú ungiste.

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La Biblia Textual 3a Edicion

27 Porque verdaderamente se aliaron en esta ciudad contra tu santo Siervo Jesús, a quien ungiste, Herodes° y Poncio Pilato,° con los gentiles y los pueblos de Israel,

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

27 Porque en verdad se confabularon en esta ciudad contra tu santo siervo Jesús, a quien ungiste, Herodes y Poncio Pilato con los gentiles y las tribus de Israel,

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

27 Pues verdaderamente se juntaron contra tu santo Hijo Jesús, a quien tú ungiste, Herodes y Poncio Pilato, con los gentiles y el pueblo de Israel,

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Hechos 4:27
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Y le llevaron atado, y le entregaron a Poncio Pilato, el gobernador.


mientras extiendes tu mano para que se hagan sanidades y señales y prodigios mediante el nombre de tu santo Hijo Jesús.


y diciendo: Es necesario que el Hijo del Hombre padezca muchas cosas, y sea desechado por los ancianos, por los principales sacerdotes y por los escribas, y que sea muerto, y resucite al tercer día.


Porque tal sumo sacerdote nos convenía: santo, inocente, sin mancha, apartado de los pecadores, y hecho más sublime que los cielos;


cómo Dios ungió con el Espíritu Santo y con poder a Jesús de Nazaret, y cómo este anduvo haciendo bienes y sanando a todos los oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con él.


Porque no dejarás mi alma en el Hades, Ni permitirás que tu Santo vea corrupción.


Pero uno de los soldados le abrió el costado con una lanza, y al instante salió sangre y agua.


Llevaron a Jesús de casa de Caifás al pretorio. Era de mañana, y ellos no entraron en el pretorio para no contaminarse, y así poder comer la pascua.


¿al que el Padre santificó y envió al mundo, vosotros decís: Tú blasfemas, porque dije: Hijo de Dios soy?


A lo suyo vino, y los suyos no le recibieron.


Y los hombres que custodiaban a Jesús se burlaban de él y le golpeaban;


El Espíritu del Señor está sobre mí, Por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres; Me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón; A pregonar libertad a los cautivos, Y vista a los ciegos; A poner en libertad a los oprimidos;


Respondiendo el ángel, le dijo: El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por lo cual también el Santo Ser que nacerá, será llamado Hijo de Dios.


De esta manera también los principales sacerdotes, escarneciendo, se decían unos a otros, con los escribas: A otros salvó, a sí mismo no se puede salvar.


He aquí subimos a Jerusalén, y el Hijo del Hombre será entregado a los principales sacerdotes y a los escribas, y le condenarán a muerte, y le entregarán a los gentiles;


¡Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas, y apedreas a los que te son enviados! ¡Cuántas veces quise juntar a tus hijos, como la gallina junta sus polluelos debajo de las alas, y no quisiste!


Pero ¿qué os parece? Un hombre tenía dos hijos, y acercándose al primero, le dijo: Hijo, ve hoy a trabajar en mi viña.


En aquel tiempo Herodes el tetrarca oyó la fama de Jesús,


El Espíritu de Jehová el Señor está sobre mí, porque me ungió Jehová; me ha enviado a predicar buenas nuevas a los abatidos, a vendar a los quebrantados de corazón, a publicar libertad a los cautivos, y a los presos apertura de la cárcel;


Despreciado y desechado entre los hombres, varón de dolores, experimentado en quebranto; y como que escondimos de él el rostro, fue menospreciado, y no lo estimamos.


Así ha dicho Jehová, Redentor de Israel, el Santo suyo, al menospreciado de alma, al abominado de las naciones, al siervo de los tiranos: Verán reyes, y se levantarán príncipes, y adorarán por Jehová; porque fiel es el Santo de Israel, el cual te escogió.


Has amado la justicia y aborrecido la maldad; Por tanto, te ungió Dios, el Dios tuyo, Con óleo de alegría más que a tus compañeros.


Pero yo he puesto mi rey Sobre Sion, mi santo monte.


Se levantarán los reyes de la tierra, Y príncipes consultarán unidos Contra Jehová y contra su ungido, diciendo:


¿Cómo, pues, se justificará el hombre para con Dios? ¿Y cómo será limpio el que nace de mujer?


¿Qué cosa es el hombre para que sea limpio, Y para que se justifique el nacido de mujer?


¿Quién hará limpio a lo inmundo? Nadie.


¿No has oído decir que desde tiempos antiguos yo lo hice, que desde los días de la antigüedad lo tengo ideado? Y ahora lo he hecho venir, y tú serás para reducir las ciudades fortificadas a montones de escombros.


Porque Herodes había prendido a Juan, y le había encadenado y metido en la cárcel, por causa de Herodías, mujer de Felipe su hermano;


Pero cuando se celebraba el cumpleaños de Herodes, la hija de Herodías danzó en medio, y agradó a Herodes,


Levantándose entonces toda la muchedumbre de ellos, llevaron a Jesús a Pilato.


Entonces salió Pilato a ellos, y les dijo: ¿Qué acusación traéis contra este hombre?


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