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Hechos 25:16 - Biblia Reina Valera 1960

16 A estos respondí que no es costumbre de los romanos entregar alguno a la muerte antes que el acusado tenga delante a sus acusadores, y pueda defenderse de la acusación.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

16 Les hice ver que la ley romana no declara culpable a nadie sin antes tener un juicio. El acusado debe tener una oportunidad para que confronte a sus acusadores y se defienda.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

16 Yo les contesté que los romanos no acostumbran entregar a un hombre sin que haya tenido la oportunidad de defenderse de los cargos en presencia de sus acusadores.

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La Biblia Textual 3a Edicion

16 A ellos respondí que no es costumbre de los romanos entregar a ningún hombre sin que antes el acusado tenga a los acusadores cara a cara y se le dé la oportunidad de defenderse de la acusación.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

16 Les respondí que no es costumbre entre los romanos entregar a ningún hombre sin que previamente el acusado tenga delante a los acusadores y se le dé oportunidad para defenderse contra la acusación.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

16 A los cuales respondí: No es costumbre de los romanos entregar alguno a la muerte antes que el acusado tenga presentes a sus acusadores, y tenga oportunidad de defenderse de la acusación.

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Hechos 25:16
11 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

¿Juzga acaso nuestra ley a un hombre si primero no le oye, y sabe lo que ha hecho?


Pero al ser avisado de asechanzas que los judíos habían tendido contra este hombre, al punto le he enviado a ti, intimando también a los acusadores que traten delante de ti lo que tengan contra él. Pásalo bien.


Justo parece el primero que aboga por su causa; Pero viene su adversario, y le descubre.


Entonces Agripa dijo a Pablo: Se te permite hablar por ti mismo. Pablo entonces, extendiendo la mano, comenzó así su defensa:


Al que responde palabra antes de oír, Le es fatuidad y oprobio.


y te fuere dado aviso, y después que oyeres y hubieres indagado bien, la cosa pareciere de verdad cierta, que tal abominación ha sido hecha en Israel;


Cuando os trajeren a las sinagogas, y ante los magistrados y las autoridades, no os preocupéis por cómo o qué habréis de responder, o qué habréis de decir;


le dijo: Te oiré cuando vengan tus acusadores. Y mandó que le custodiasen en el pretorio de Herodes.


Y sucedió que cuando oyó el amo de José las palabras que su mujer le hablaba, diciendo: Así me ha tratado tu siervo, se encendió su furor.


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