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Hechos 16:20 - Biblia Reina Valera 1960

20 y presentándolos a los magistrados, dijeron: Estos hombres, siendo judíos, alborotan nuestra ciudad,

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Biblia Nueva Traducción Viviente

20 «¡Toda la ciudad está alborotada a causa de estos judíos! —les gritaron a los funcionarios de la ciudad—.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

20 Y los presentaron a los magistrados diciendo: 'Estos hombres son judíos y están alborotando nuestra ciudad;'

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La Biblia Textual 3a Edicion

20 y presentándolos a los magistrados, dijeron: Estos hombres, siendo judíos, alborotan nuestra ciudad,

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

20 y, presentándolos a los pretores, dijeron: 'Estos hombres están perturbando nuestra ciudad. Son judíos

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

20 y presentándolos ante los magistrados, dijeron: Estos hombres, siendo judíos, alborotan nuestra ciudad,

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Hechos 16:20
14 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

¡Oh almas adúlteras! ¿No sabéis que la amistad del mundo es enemistad contra Dios? Cualquiera, pues, que quiera ser amigo del mundo, se constituye enemigo de Dios.


No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.


Pero querríamos oír de ti lo que piensas; porque de esta secta nos es notorio que en todas partes se habla contra ella.


Pero cuando le conocieron que era judío, todos a una voz gritaron casi por dos horas: ¡Grande es Diana de los efesios!


Y halló a un judío llamado Aquila, natural del Ponto, recién venido de Italia con Priscila su mujer, por cuanto Claudio había mandado que todos los judíos saliesen de Roma. Fue a ellos,


Oyendo esto, el rey Herodes se turbó, y toda Jerusalén con él.


Y dijeron los príncipes al rey: Muera ahora este hombre; porque de esta manera hace desmayar las manos de los hombres de guerra que han quedado en esta ciudad, y las manos de todo el pueblo, hablándoles tales palabras; porque este hombre no busca la paz de este pueblo, sino el mal.


Pero viendo sus amos que había salido la esperanza de su ganancia, prendieron a Pablo y a Silas, y los trajeron al foro, ante las autoridades;


y enseñan costumbres que no nos es lícito recibir ni hacer, pues somos romanos.


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