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Hebreos 10:31 - Biblia Reina Valera 1960

31 ¡Horrenda cosa es caer en manos del Dios vivo!

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Biblia Nueva Traducción Viviente

31 ¡Es algo aterrador caer en manos del Dios vivo!

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Biblia Católica (Latinoamericana)

31 Es espantoso caer en las manos del Dios vivo.

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La Biblia Textual 3a Edicion

31 ¡Horrenda cosa es caer en manos del Dios vivo!

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

31 ¡Terrible cosa es caer en manos del Dios vivo!

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

31 Horrenda cosa es caer en manos del Dios vivo.

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Hebreos 10:31
14 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Y no temáis a los que matan el cuerpo, mas el alma no pueden matar; temed más bien a aquel que puede destruir el alma y el cuerpo en el infierno.


Pero os enseñaré a quién debéis temer: Temed a aquel que después de haber quitado la vida, tiene poder de echar en el infierno; sí, os digo, a este temed.


Los pecadores se asombraron en Sion, espanto sobrecogió a los hipócritas. ¿Quién de nosotros morará con el fuego consumidor? ¿Quién de nosotros habitará con las llamas eternas?


Tú, temible eres tú; ¿Y quién podrá estar en pie delante de ti cuando se encienda tu ira?


¿Quién conoce el poder de tu ira, Y tu indignación según que debes ser temido?


Respondiendo Simón Pedro, dijo: Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente.


sino una horrenda expectación de juicio, y de hervor de fuego que ha de devorar a los adversarios.


Entended ahora esto, los que os olvidáis de Dios, No sea que os despedace, y no haya quien os libre.


y habrá grandes terremotos, y en diferentes lugares hambres y pestilencias; y habrá terror y grandes señales del cielo.


En aquel día los egipcios serán como mujeres; porque se asombrarán y temerán en la presencia de la mano alta de Jehová de los ejércitos, que él levantará contra ellos.


Ahora, pues, he aquí la mano del Señor está contra ti, y serás ciego, y no verás el sol por algún tiempo. E inmediatamente cayeron sobre él oscuridad y tinieblas; y andando alrededor, buscaba quien le condujese de la mano.


Conociendo, pues, el temor del Señor, persuadimos a los hombres; pero a Dios le es manifiesto lo que somos; y espero que también lo sea a vuestras conciencias.


Mirad, hermanos, que no haya en ninguno de vosotros corazón malo de incredulidad para apartarse del Dios vivo;


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