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Génesis 49:6 - Biblia Reina Valera 1960

6 En su consejo no entre mi alma, Ni mi espíritu se junte en su compañía. Porque en su furor mataron hombres, Y en su temeridad desjarretaron toros.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

6 Que jamás tome parte yo en sus reuniones; que nunca tenga nada que ver con sus planes. Pues en su enojo asesinaron hombres, y por diversión mutilaron bueyes.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

6 Que nunca mi alma participe en sus intrigas, y que mi corazón esté lejos de su compañía, porque en su enojo mataron hombres, y en su furor desjarretaron toros.

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La Biblia Textual 3a Edicion

6 En su consejo no entre mi alma, Ni mi espíritu se junte a su asamblea, Pues en su furia asesinaron varones, Y en su temeridad desjarretaron bueyes.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

6 Que no participe mi alma en sus consejos, ni mi corazón se asocie a su asamblea. Porque en su furor mataron hombres y en su desenfreno desjarretaron toros.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

6 En su secreto no entre mi alma, ni mi honra se junte en su compañía; que en su ira mataron a un hombre, y en su voluntad arrancaron un muro.

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Génesis 49:6
29 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Entonces dijo Jacob a Simeón y a Leví: Me habéis turbado con hacerme abominable a los moradores de esta tierra, el cananeo y el ferezeo; y teniendo yo pocos hombres, se juntarán contra mí y me atacarán, y seré destruido yo y mi casa.


No arrebates con los pecadores mi alma, Ni mi vida con hombres sanguinarios,


Se alegró por tanto mi corazón, y se gozó mi alma; Mi carne también reposará confiadamente;


No os unáis en yugo desigual con los incrédulos; porque ¿qué compañerismo tiene la justicia con la injusticia? ¿Y qué comunión la luz con las tinieblas?


y diré a mi alma: Alma, muchos bienes tienes guardados para muchos años; repósate, come, bebe, regocíjate.


No me senté en compañía de burladores, ni me engreí a causa de tu profecía; me senté solo, porque me llenaste de indignación.


¡Mis entrañas, mis entrañas! Me duelen las fibras de mi corazón; mi corazón se agita dentro de mí; no callaré; porque sonido de trompeta has oído, oh alma mía, pregón de guerra.


Escóndeme del consejo secreto de los malignos, De la conspiración de los que hacen iniquidad,


Despierta, alma mía; despierta, salterio y arpa; Me levantaré de mañana.


Los pensamientos de los justos son rectitud; Mas los consejos de los impíos, engaño.


Si dijeren: Ven con nosotros; Pongamos asechanzas para derramar sangre, Acechemos sin motivo al inocente;


De cierto, oh Dios, harás morir al impío; Apartaos, pues, de mí, hombres sanguinarios.


Bendice, alma mía, a Jehová, Y bendiga todo mi ser su santo nombre.


¿Por qué te abates, oh alma mía, Y por qué te turbas dentro de mí? Espera en Dios; porque aún he de alabarle, Salvación mía y Dios mío.


¿Por qué te abates, oh alma mía, Y por qué te turbas dentro de mí? Espera en Dios; porque aún he de alabarle, Salvación mía y Dios mío.


¿Por qué te abates, oh alma mía, Y te turbas dentro de mí? Espera en Dios; porque aún he de alabarle, Salvación mía y Dios mío.


Por tanto, a ti cantaré, gloria mía, y no estaré callado. Jehová Dios mío, te alabaré para siempre.


No me arrebates juntamente con los malos, Y con los que hacen iniquidad, Los cuales hablan paz con sus prójimos, Pero la maldad está en su corazón.


Castígalos, oh Dios; Caigan por sus mismos consejos; Por la multitud de sus transgresiones échalos fuera, Porque se rebelaron contra ti.


Bienaventurado el varón que no anduvo en consejo de malos, Ni estuvo en camino de pecadores, Ni en silla de escarnecedores se ha sentado;


Los barrió el torrente de Cisón, El antiguo torrente, el torrente de Cisón. Marcha, oh alma mía, con poder.


Maldito el que hiriere a su prójimo ocultamente. Y dirá todo el pueblo: Amén.


Y Josué hizo con ellos como Jehová le había mandado: desjarretó sus caballos, y sus carros quemó a fuego.


Y tomó David de ellos mil setecientos hombres de a caballo, y veinte mil hombres de a pie; y desjarretó David los caballos de todos los carros, pero dejó suficientes para cien carros.


Y le tomó David mil carros, siete mil de a caballo, y veinte mil hombres de a pie; y desjarretó David los caballos de todos los carros, excepto los de cien carros que dejó.


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