Biblia Todo Logo
ព្រះគម្ពីរតាមអ៊ីនធឺណិត

- ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម -





Gálatas 2:20 - Biblia Reina Valera 1960

20 Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí.

សូមមើលជំពូក ចម្លង


កំណែច្រើនទៀត

Biblia Nueva Traducción Viviente

20 Mi antiguo yo ha sido crucificado con Cristo. Ya no vivo yo, sino que Cristo vive en mí. Así que vivo en este cuerpo terrenal confiando en el Hijo de Dios, quien me amó y se entregó a sí mismo por mí.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Católica (Latinoamericana)

20 y ahora no vivo yo, es Cristo quien vive en mí. Todo lo que vivo en lo humano lo vivo con la fe en el Hijo de Dios, que me amó y se entregó por mí.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

La Biblia Textual 3a Edicion

20 y ya no vivo yo, sino que el Mesías vive en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, quien me amó, y se entregó a sí mismo por mí.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Serafín de Ausejo 1975

20 Y ya no vivo yo; es Cristo quien vive en mí. Y respecto del vivir ahora en carne, vivo en la fe del Hijo de Dios, que me amó y se entregó a sí mismo por mí.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

20 Con Cristo estoy juntamente crucificado; mas vivo, ya no yo, sino que Cristo vive en mí; y la vida que ahora vivo en la carne, la vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí.

សូមមើលជំពូក ចម្លង




Gálatas 2:20
65 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Pero los que son de Cristo han crucificado la carne con sus pasiones y deseos.


y por todos murió, para que los que viven, ya no vivan para sí, sino para aquel que murió y resucitó por ellos.


Y si morimos con Cristo, creemos que también viviremos con él;


Pero lejos esté de mí gloriarme, sino en la cruz de nuestro Señor Jesucristo, por quien el mundo me es crucificado a mí, y yo al mundo.


Examinaos a vosotros mismos si estáis en la fe; probaos a vosotros mismos. ¿O no os conocéis a vosotros mismos, que Jesucristo está en vosotros, a menos que estéis reprobados?


ni tampoco presentéis vuestros miembros al pecado como instrumentos de iniquidad, sino presentaos vosotros mismos a Dios como vivos de entre los muertos, y vuestros miembros a Dios como instrumentos de justicia.


quien murió por nosotros para que ya sea que velemos, o que durmamos, vivamos juntamente con él.


quien se dio a sí mismo por nosotros para redimirnos de toda iniquidad y purificar para sí un pueblo propio, celoso de buenas obras.


el cual se dio a sí mismo por nuestros pecados para librarnos del presente siglo malo, conforme a la voluntad de nuestro Dios y Padre,


para que todos sean uno; como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros; para que el mundo crea que tú me enviaste.


Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó.


Pero sabemos que el Hijo de Dios ha venido, y nos ha dado entendimiento para conocer al que es verdadero; y estamos en el verdadero, en su Hijo Jesucristo. Este es el verdadero Dios, y la vida eterna.


Y andad en amor, como también Cristo nos amó, y se entregó a sí mismo por nosotros, ofrenda y sacrificio a Dios en olor fragante.


para que habite Cristo por la fe en vuestros corazones, a fin de que, arraigados y cimentados en amor,


Y que por la ley ninguno se justifica para con Dios, es evidente, porque: El justo por la fe vivirá;


Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.


pero si andamos en luz, como él está en luz, tenemos comunión unos con otros, y la sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado.


a quienes Dios quiso dar a conocer las riquezas de la gloria de este misterio entre los gentiles; que es Cristo en vosotros, la esperanza de gloria,


por quien también tenemos entrada por la fe a esta gracia en la cual estamos firmes, y nos gloriamos en la esperanza de la gloria de Dios.


Porque en el evangelio la justicia de Dios se revela por fe y para fe, como está escrito: Mas el justo por la fe vivirá.


pues buscáis una prueba de que habla Cristo en mí, el cual no es débil para con vosotros, sino que es poderoso en vosotros.


y de Jesucristo el testigo fiel, el primogénito de los muertos, y el soberano de los reyes de la tierra. Al que nos amó, y nos lavó de nuestros pecados con su sangre,


y esperar de los cielos a su Hijo, al cual resucitó de los muertos, a Jesús, quien nos libra de la ira venidera.


Yo soy el buen pastor; el buen pastor su vida da por las ovejas.


Como me envió el Padre viviente, y yo vivo por el Padre, asimismo el que me come, él también vivirá por mí.


He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo.


a quien amáis sin haberle visto, en quien creyendo, aunque ahora no lo veáis, os alegráis con gozo inefable y glorioso;


como el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos.


Nadie tiene mayor amor que este, que uno ponga su vida por sus amigos.


sabiendo que el hombre no es justificado por las obras de la ley, sino por la fe de Jesucristo, nosotros también hemos creído en Jesucristo, para ser justificados por la fe de Cristo y no por las obras de la ley, por cuanto por las obras de la ley nadie será justificado.


Pues aunque andamos en la carne, no militamos según la carne;


Y nosotros hemos creído y conocemos que tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente.


Respondió Natanael y le dijo: Rabí, tú eres el Hijo de Dios; tú eres el Rey de Israel.


No que nos enseñoreemos de vuestra fe, sino que colaboramos para vuestro gozo; porque por la fe estáis firmes.


En seguida predicaba a Cristo en las sinagogas, diciendo que este era el Hijo de Dios.


Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella,


El Padre ama al Hijo, y todas las cosas ha entregado en su mano.


Y nosotros hemos visto y testificamos que el Padre ha enviado al Hijo, el Salvador del mundo.


Y yendo por el camino, llegaron a cierta agua, y dijo el eunuco: Aquí hay agua; ¿qué impide que yo sea bautizado?


Y vino a él el tentador, y le dijo: Si eres Hijo de Dios, di que estas piedras se conviertan en pan.


Yo soy de mi amado, Y conmigo tiene su contentamiento.


la justicia de Dios por medio de la fe en Jesucristo, para todos los que creen en él. Porque no hay diferencia,


el cual fue entregado por nuestras transgresiones, y resucitado para nuestra justificación.


Porque Cristo, cuando aún éramos débiles, a su tiempo murió por los impíos.


Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros.


Pero si Cristo está en vosotros, el cuerpo en verdad está muerto a causa del pecado, mas el espíritu vive a causa de la justicia.


Porque ninguno de nosotros vive para sí, y ninguno muere para sí.


Pero el que se une al Señor, un espíritu es con él.


Porque el amor de Cristo nos constriñe, pensando esto: que si uno murió por todos, luego todos murieron;


Por la verdad de Cristo que está en mí, que no se me impedirá esta mi gloria en las regiones de Acaya.


Porque para mí el vivir es Cristo, y el morir es ganancia.


Porque todo sumo sacerdote está constituido para presentar ofrendas y sacrificios; por lo cual es necesario que también este tenga algo que ofrecer.


តាម​ពួក​យើង:

ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម


ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម