Filipenses 1:30 - Biblia Reina Valera 1960

³⁰ teniendo el mismo conflicto que habéis visto en mí, y ahora oís que hay en mí.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

³⁰ Estamos juntos en esta lucha. Ustedes han visto mi lucha en el pasado y saben que aún no ha terminado.

Biblia Católica (Latinoamericana)

³⁰ en el mismo tipo de lucha que soporto yo, como lo han podido ver y ahora lo escuchan de mí.

La Biblia Textual 3a Edicion

³⁰ teniendo vosotros el mismo conflicto que visteis en mí,° y ahora oís que está en mí.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

³⁰ librando el mismo combate que visteis en mí y que ahora oís decir que mantengo.

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

³⁰ teniendo el mismo conflicto que visteis en mí, y ahora oís está en mí.

Filipenses 1:30 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា

1 Tesalonicenses 2:2

pues habiendo antes padecido y sido ultrajados en Filipos, como sabéis, tuvimos denuedo en nuestro Dios para anunciaros el evangelio de Dios en medio de gran oposición.

2 Timoteo 4:7

He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe.

Hebreos 12:4

Porque aún no habéis resistido hasta la sangre, combatiendo contra el pecado;

Juan 16:33

Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo.

Apocalipsis 12:11

Y ellos le han vencido por medio de la sangre del Cordero y de la palabra del testimonio de ellos, y menospreciaron sus vidas hasta la muerte.

1 Timoteo 6:12

Pelea la buena batalla de la fe, echa mano de la vida eterna, a la cual asimismo fuiste llamado, habiendo hecho la buena profesión delante de muchos testigos.

Colosenses 1:29

para lo cual también trabajo, luchando según la potencia de él, la cual actúa poderosamente en mí.

Filipenses 1:13

de tal manera que mis prisiones se han hecho patentes en Cristo en todo el pretorio, y a todos los demás.

Colosenses 2:1

Porque quiero que sepáis cuán gran lucha sostengo por vosotros, y por los que están en Laodicea, y por todos los que nunca han visto mi rostro;

Hebreos 12:1

Por tanto, nosotros también, teniendo en derredor nuestro tan grande nube de testigos, despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante,