Biblia Todo Logo
ព្រះគម្ពីរតាមអ៊ីនធឺណិត

- ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម -





Éxodo 10:3 - Biblia Reina Valera 1960

3 Entonces vinieron Moisés y Aarón a Faraón, y le dijeron: Jehová el Dios de los hebreos ha dicho así: ¿Hasta cuándo no querrás humillarte delante de mí? Deja ir a mi pueblo, para que me sirva.

សូមមើលជំពូក ចម្លង


កំណែច្រើនទៀត

Biblia Nueva Traducción Viviente

3 Así que Moisés y Aarón fueron ante el faraón y le dijeron: «Esto dice el Señor, Dios de los hebreos: “¿Hasta cuándo te negarás a someterte a mí? Deja ir a mi pueblo para que me adore.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Católica (Latinoamericana)

3 Moisés y Aarón fueron al palacio de Faraón, al que le dijeron: 'Esto dice Yavé, Dios de los hebreos: ¿Hasta cuándo te negarás a humillarte ante mí? Deja que mi pueblo salga para ofrecerme sacrificios.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

La Biblia Textual 3a Edicion

3 Moisés y Aarón se presentaron ante Faraón, y le dijeron: Así dice YHVH, el Dios de los hebreos: ¿Hasta cuándo rehusarás humillarte en mi presencia y dejar partir a mi pueblo para que me sirva?

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Serafín de Ausejo 1975

3 Moisés y Aarón fueron al Faraón y le dijeron: 'Así habla Yahveh, Dios de los hebreos: '¿Hasta cuándo te negarás a humillarte ante mí? Deja ir a mi pueblo para que me rinda culto.'

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

3 Entonces Moisés y Aarón vinieron a Faraón, y le dijeron: Así dice Jehová Dios de los hebreos: ¿Hasta cuándo no querrás humillarte delante de mí? Deja ir a mi pueblo para que me sirvan.

សូមមើលជំពូក ចម្លង




Éxodo 10:3
28 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Humillaos, pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que él os exalte cuando fuere tiempo;


Humillaos delante del Señor, y él os exaltará.


¿No has visto cómo Acab se ha humillado delante de mí? Pues por cuanto se ha humillado delante de mí, no traeré el mal en sus días; en los días de su hijo traeré el mal sobre su casa.


Mirad que no desechéis al que habla. Porque si no escaparon aquellos que desecharon al que los amonestaba en la tierra, mucho menos nosotros, si desecháremos al que amonesta desde los cielos.


¿O menosprecias las riquezas de su benignidad, paciencia y longanimidad, ignorando que su benignidad te guía al arrepentimiento?


Di al rey y a la reina: Humillaos, sentaos en tierra; porque la corona de vuestra gloria ha caído de vuestras cabezas.


Y ella cambió mis decretos y mis ordenanzas en impiedad más que las naciones, y más que las tierras que están alrededor de ella; porque desecharon mis decretos y mis mandamientos, y no anduvieron en ellos.


Este pueblo malo, que no quiere oír mis palabras, que anda en las imaginaciones de su corazón, y que va en pos de dioses ajenos para servirles, y para postrarse ante ellos, vendrá a ser como este cinto, que para ninguna cosa es bueno.


La altivez de los ojos del hombre será abatida, y la soberbia de los hombres será humillada; y Jehová solo será exaltado en aquel día.


¿Por qué querréis ser castigados aún? ¿Todavía os rebelaréis? Toda cabeza está enferma, y todo corazón doliente.


Antes del quebrantamiento se eleva el corazón del hombre, Y antes de la honra es el abatimiento.


Por cuanto llamé, y no quisisteis oír, Extendí mi mano, y no hubo quien atendiese,


¿Hasta cuándo, oh simples, amaréis la simpleza, Y los burladores desearán el burlar, Y los insensatos aborrecerán la ciencia?


Por tanto me aborrezco, Y me arrepiento en polvo y ceniza.


y tu corazón se conmovió, y te humillaste delante de Dios al oír sus palabras sobre este lugar y sobre sus moradores, y te humillaste delante de mí, y rasgaste tus vestidos y lloraste en mi presencia, yo también te he oído, dice Jehová.


Su oración también, y cómo fue oído, todos sus pecados, y su prevaricación, los sitios donde edificó lugares altos y erigió imágenes de Asera e ídolos, antes que se humillase, he aquí estas cosas están escritas en las palabras de los videntes.


Mas luego que fue puesto en angustias, oró a Jehová su Dios, humillado grandemente en la presencia del Dios de sus padres.


Y acercándose Elías a todo el pueblo, dijo: ¿Hasta cuándo claudicaréis vosotros entre dos pensamientos? Si Jehová es Dios, seguidle; y si Baal, id en pos de él. Y el pueblo no respondió palabra.


¿Hasta cuándo oiré esta depravada multitud que murmura contra mí, las querellas de los hijos de Israel, que de mí se quejan?


Y Jehová dijo a Moisés: ¿Hasta cuándo no querréis guardar mis mandamientos y mis leyes?


¿Todavía te ensoberbeces contra mi pueblo, para no dejarlos ir?


si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren, y buscaren mi rostro, y se convirtieren de sus malos caminos; entonces yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus pecados, y sanaré su tierra.


Ya te he dicho que dejes ir a mi hijo, para que me sirva, mas no has querido dejarlo ir; he aquí yo voy a matar a tu hijo, tu primogénito.


Y si aún rehúsas dejarlo ir, he aquí que mañana yo traeré sobre tu territorio la langosta,


y tu corazón se enterneció, y te humillaste delante de Jehová, cuando oíste lo que yo he pronunciado contra este lugar y contra sus moradores, que vendrán a ser asolados y malditos, y rasgaste tus vestidos, y lloraste en mi presencia, también yo te he oído, dice Jehová.


Haced juntar contra Babilonia flecheros, a todos los que entesan arco; acampad contra ella alrededor; no escape de ella ninguno; pagadle según su obra; conforme a todo lo que ella hizo, haced con ella; porque contra Jehová se ensoberbeció, contra el Santo de Israel.


Y tú, su hijo Belsasar, no has humillado tu corazón, sabiendo todo esto;


Después Moisés y Aarón entraron a la presencia de Faraón y le dijeron: Jehová el Dios de Israel dice así: Deja ir a mi pueblo a celebrarme fiesta en el desierto.


តាម​ពួក​យើង:

ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម


ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម