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Daniel 4:31 - Biblia Reina Valera 1960

31 Aún estaba la palabra en la boca del rey, cuando vino una voz del cielo: A ti se te dice, rey Nabucodonosor: El reino ha sido quitado de ti;

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Biblia Nueva Traducción Viviente

31 »Mientras estas palabras aún estaban en su boca, se oyó una voz desde el cielo que decía: “¡Rey Nabucodonosor, este mensaje es para ti! Ya no eres gobernante de este reino.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

31 Al término del tiempo fijado, yo, Nabucodonosor, levanté mis ojos al cielo, y me volvió la inteligencia. Bendije al Altísimo, alabé y glorifiqué al que vive eternamente. Su poder es un poder eterno y su realeza se extiende de generación en generación.

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La Biblia Textual 3a Edicion

31 Aún estaban estas palabras en la boca del rey, cuando una voz cayó de los cielos: Oh rey Nabucodonosor, a ti se te habla. El reino te es quitado.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

31 'Al cabo del tiempo señalado, yo, Nabucodonosor, alcé mis ojos al cielo y recobré la razón. Entonces bendije al Altísimo y alabé y glorifiqué al que vive eternamente: porque su reino es un reino eterno y su imperio perdura de generación en generación.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

31 Aún estaba la palabra en la boca del rey, cuando descendió una voz del cielo, diciendo: A ti se te dice, rey Nabucodonosor; el reino es traspasado de ti:

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Daniel 4:31
25 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

También oí a otro, que desde el altar decía: Ciertamente, Señor Dios Todopoderoso, tus juicios son verdaderos y justos.


Pero Dios le dijo: Necio, esta noche vienen a pedirte tu alma; y lo que has provisto, ¿de quién será?


Y hubo una voz de los cielos, que decía: Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia.


que cuando digan: Paz y seguridad, entonces vendrá sobre ellos destrucción repentina, como los dolores a la mujer encinta, y no escaparán.


Padre, glorifica tu nombre. Entonces vino una voz del cielo: Lo he glorificado, y lo glorificaré otra vez.


PERES: Tu reino ha sido roto, y dado a los medos y a los persas.


Mas al fin del tiempo yo Nabucodonosor alcé mis ojos al cielo, y mi razón me fue devuelta; y bendije al Altísimo, y alabé y glorifiqué al que vive para siempre, cuyo dominio es sempiterno, y su reino por todas las edades.


esta es la interpretación, oh rey, y la sentencia del Altísimo, que ha venido sobre mi señor el rey:


Cuando se pusiere a llenar su vientre, Dios enviará sobre él el ardor de su ira, Y la hará llover sobre él y sobre su comida.


Porque como pecado de adivinación es la rebelión, y como ídolos e idolatría la obstinación. Por cuanto tú desechaste la palabra de Jehová, él también te ha desechado para que no seas rey.


Mas ahora tu reino no será duradero. Jehová se ha buscado un varón conforme a su corazón, al cual Jehová ha designado para que sea príncipe sobre su pueblo, por cuanto tú no has guardado lo que Jehová te mandó.


La soberbia del hombre le abate; Pero al humilde de espíritu sustenta la honra.


Porque Jehová de los ejércitos lo ha determinado, ¿y quién lo impedirá? Y su mano extendida, ¿quién la hará retroceder?


Y en cuanto a la orden de dejar en la tierra la cepa de las raíces del mismo árbol, significa que tu reino te quedará firme, luego que reconozcas que el cielo gobierna.


habló el rey y dijo: ¿No es esta la gran Babilonia que yo edifiqué para casa real con la fuerza de mi poder, y para gloria de mi majestad?


y de entre los hombres te arrojarán, y con las bestias del campo será tu habitación, y como a los bueyes te apacentarán; y siete tiempos pasarán sobre ti, hasta que reconozcas que el Altísimo tiene el dominio en el reino de los hombres, y lo da a quien él quiere.


Mas cuando su corazón se ensoberbeció, y su espíritu se endureció en su orgullo, fue depuesto del trono de su reino, y despojado de su gloria.


Entonces Melquisedec, rey de Salem y sacerdote del Dios Altísimo, sacó pan y vino;


Tu reino es reino de todos los siglos, Y tu señorío en todas las generaciones.


Él salva y libra, y hace señales y maravillas en el cielo y en la tierra; él ha librado a Daniel del poder de los leones.


Y oí al varón vestido de lino, que estaba sobre las aguas del río, el cual alzó su diestra y su siniestra al cielo, y juró por el que vive por los siglos, que será por tiempo, tiempos, y la mitad de un tiempo. Y cuando se acabe la dispersión del poder del pueblo santo, todas estas cosas serán cumplidas.


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