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Colosenses 1:29 - Biblia Reina Valera 1960

29 para lo cual también trabajo, luchando según la potencia de él, la cual actúa poderosamente en mí.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

29 Es por eso que trabajo y lucho con tanto empeño, apoyado en el gran poder de Cristo que actúa dentro de mí.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

29 Este es mi trabajo, al que me entrego con la energía que viene de Cristo y que obra poderosamente en mí.

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La Biblia Textual 3a Edicion

29 en lo cual también me fatigo, luchando conforme a su potencia, la cual actúa poderosamente en mí.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

29 Para ello, precisamente, estoy yo trabajando y luchando según la acción con que él actúa en mí con todo su poder.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

29 Por lo cual también trabajo, luchando según su poder, el cual obra poderosamente en mí.

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Colosenses 1:29
28 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Pero por la gracia de Dios soy lo que soy; y su gracia no ha sido en vano para conmigo, antes he trabajado más que todos ellos; pero no yo, sino la gracia de Dios conmigo.


y cuál la supereminente grandeza de su poder para con nosotros los que creemos, según la operación del poder de su fuerza,


del cual yo fui hecho ministro por el don de la gracia de Dios que me ha sido dado según la operación de su poder.


porque Dios es el que en vosotros produce así el querer como el hacer, por su buena voluntad.


os haga aptos en toda obra buena para que hagáis su voluntad, haciendo él en vosotros lo que es agradable delante de él por Jesucristo; al cual sea la gloria por los siglos de los siglos. Amén.


Porque quiero que sepáis cuán gran lucha sostengo por vosotros, y por los que están en Laodicea, y por todos los que nunca han visto mi rostro;


ni comimos de balde el pan de nadie, sino que trabajamos con afán y fatiga día y noche, para no ser gravosos a ninguno de vosotros;


Porque os acordáis, hermanos, de nuestro trabajo y fatiga; cómo trabajando de noche y de día, para no ser gravosos a ninguno de vosotros, os predicamos el evangelio de Dios.


Os saluda Epafras, el cual es uno de vosotros, siervo de Cristo, siempre rogando encarecidamente por vosotros en sus oraciones, para que estéis firmes, perfectos y completos en todo lo que Dios quiere.


asidos de la palabra de vida, para que en el día de Cristo yo pueda gloriarme de que no he corrido en vano, ni en vano he trabajado.


Pero todas estas cosas las hace uno y el mismo Espíritu, repartiendo a cada uno en particular como él quiere.


Y de esta manera me esforcé a predicar el evangelio, no donde Cristo ya hubiese sido nombrado, para no edificar sobre fundamento ajeno,


y has sufrido, y has tenido paciencia, y has trabajado arduamente por amor de mi nombre, y no has desmayado.


Por tanto, todo lo soporto por amor de los escogidos, para que ellos también obtengan la salvación que es en Cristo Jesús con gloria eterna.


teniendo el mismo conflicto que habéis visto en mí, y ahora oís que hay en mí.


Solamente que os comportéis como es digno del evangelio de Cristo, para que o sea que vaya a veros, o que esté ausente, oiga de vosotros que estáis firmes en un mismo espíritu, combatiendo unánimes por la fe del evangelio,


Y a Aquel que es poderoso para hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos, según el poder que actúa en nosotros,


pues buscáis una prueba de que habla Cristo en mí, el cual no es débil para con vosotros, sino que es poderoso en vosotros.


¿Son ministros de Cristo? (Como si estuviera loco hablo.) Yo más; en trabajos más abundante; en azotes sin número; en cárceles más; en peligros de muerte muchas veces.


en azotes, en cárceles, en tumultos, en trabajos, en desvelos, en ayunos;


Por tanto procuramos también, o ausentes o presentes, serle agradables.


Y hay diversidad de operaciones, pero Dios, que hace todas las cosas en todos, es el mismo.


Pero os ruego, hermanos, por nuestro Señor Jesucristo y por el amor del Espíritu, que me ayudéis orando por mí a Dios,


Esforzaos a entrar por la puerta angosta; porque os digo que muchos procurarán entrar, y no podrán.


Porque aún no habéis resistido hasta la sangre, combatiendo contra el pecado;


sepultados con él en el bautismo, en el cual fuisteis también resucitados con él, mediante la fe en el poder de Dios que le levantó de los muertos.


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