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Cantares 8:5 - Biblia Reina Valera 1960

5 ¿Quién es esta que sube del desierto, Recostada sobre su amado? Debajo de un manzano te desperté; Allí tuvo tu madre dolores, Allí tuvo dolores la que te dio a luz.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

5 ¿Quién es esa que viene majestuosamente desde el desierto recostada sobre su amante? Desperté tus deseos bajo el manzano, donde tu madre te dio a luz, donde con tanto dolor te trajo al mundo.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

5 ¿Quién es esa que sube del desierto apoyada en su amado?

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La Biblia Textual 3a Edicion

5 Coro ¿Quién es la que sube del desierto, Recostada sobre su amado? Él Debajo del manzano te desperté. Allí tuvo los dolores tu madre, Allí tuvo los dolores la que te dio a luz.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

5 ¿Quién será la que sube del desierto, reclinada en su amado? Te desperté bajo el manzano, donde te concibió tu madre, donde la que te alumbró te había concebido.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

5 ¿Quién es esta que sube del desierto, recostada sobre su amado? Debajo de un manzano te desperté: Allí tuvo dolores tu madre, allí tuvo dolores la que te dio a luz.

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Cantares 8:5
29 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

¿Quién es esta que sube del desierto como columna de humo, Sahumada de mirra y de incienso Y de todo polvo aromático?


Voz que clama en el desierto: Preparad camino a Jehová; enderezad calzada en la soledad a nuestro Dios.


Como el manzano entre los árboles silvestres, Así es mi amado entre los jóvenes; Bajo la sombra del deseado me senté, Y su fruto fue dulce a mi paladar.


Está mi alma apegada a ti; Tu diestra me ha sostenido.


Sus jefes juzgan por cohecho, y sus sacerdotes enseñan por precio, y sus profetas adivinan por dinero; y se apoyan en Jehová, diciendo: ¿No está Jehová entre nosotros? No vendrá mal sobre nosotros.


¿Quién es esta que se muestra como el alba, Hermosa como la luna, Esclarecida como el sol, Imponente como ejércitos en orden?


Apenas hube pasado de ellos un poco, Hallé luego al que ama mi alma; Lo así, y no lo dejé, Hasta que lo metí en casa de mi madre, Y en la cámara de la que me dio a luz.


y mediante el cual creéis en Dios, quien le resucitó de los muertos y le ha dado gloria, para que vuestra fe y esperanza sean en Dios.


Y uno de sus discípulos, al cual Jesús amaba, estaba recostado al lado de Jesús.


Venció al ángel, y prevaleció; lloró, y le rogó; en Bet-el le halló, y allí habló con nosotros.


Anda y clama a los oídos de Jerusalén, diciendo: Así dice Jehová: Me he acordado de ti, de la fidelidad de tu juventud, del amor de tu desposorio, cuando andabas en pos de mí en el desierto, en tierra no sembrada.


He aquí que yo hago cosa nueva; pronto saldrá a luz; ¿no la conoceréis? Otra vez abriré camino en el desierto, y ríos en la soledad.


¡Oh, si tú fueras como un hermano mío Que mamó los pechos de mi madre! Entonces, hallándote fuera, te besaría, Y no me menospreciarían.


Salid, oh doncellas de Sion, y ved al rey Salomón Con la corona con que le coronó su madre en el día de su desposorio, Y el día del gozo de su corazón.


Con él está el brazo de carne, mas con nosotros está Jehová nuestro Dios para ayudarnos y pelear nuestras batallas. Y el pueblo tuvo confianza en las palabras de Ezequías rey de Judá.


Y la mujer huyó al desierto, donde tiene lugar preparado por Dios, para que allí la sustenten por mil doscientos sesenta días.


Hijitos míos, por quienes vuelvo a sufrir dolores de parto, hasta que Cristo sea formado en vosotros,


Así también vosotros, hermanos míos, habéis muerto a la ley mediante el cuerpo de Cristo, para que seáis de otro, del que resucitó de los muertos, a fin de que llevemos fruto para Dios.


He aquí que confías en este báculo de caña frágil, en Egipto, en el cual si alguien se apoyare, se le entrará por la mano, y la atravesará. Tal es Faraón rey de Egipto para con todos los que en él confían.


Ven conmigo desde el Líbano, oh esposa mía; Ven conmigo desde el Líbano. Mira desde la cumbre de Amana, Desde la cumbre de Senir y de Hermón, Desde las guaridas de los leones, Desde los montes de los leopardos.


Pero los que para destrucción buscaron mi alma Caerán en los sitios bajos de la tierra.


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