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2 Timoteo 3:2 - Biblia Reina Valera 1960

2 Porque habrá hombres amadores de sí mismos, avaros, vanagloriosos, soberbios, blasfemos, desobedientes a los padres, ingratos, impíos,

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Biblia Nueva Traducción Viviente

2 Pues la gente solo tendrá amor por sí misma y por su dinero. Serán fanfarrones y orgullosos, se burlarán de Dios, serán desobedientes a sus padres y malagradecidos. No considerarán nada sagrado.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

2 los hombres serán egoístas, amantes del dinero, farsantes, orgullosos, chismosos, rebeldes con sus padres, ingratos, sin respeto a la religión;'

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La Biblia Textual 3a Edicion

2 porque los hombres serán egoístas, amigos del dinero, arrogantes,° soberbios, difamadores, desobedientes a sus padres, ingratos, irreverentes,

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

2 Los hombres serán egoístas, avaros, fanfarrones, orgullosos, difamadores, rebeldes a los padres, desagradecidos, impíos,

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

2 Porque habrá hombres amadores de sí mismos, avaros, vanagloriosos, soberbios, blasfemos, desobedientes a sus padres, malagradecidos, sin santidad,

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2 Timoteo 3:2
43 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Porque todos buscan lo suyo propio, no lo que es de Cristo Jesús.


Porque el malo se jacta del deseo de su alma, Bendice al codicioso, y desprecia a Jehová.


Estos son murmuradores, querellosos, que andan según sus propios deseos, cuya boca habla cosas infladas, adulando a las personas para sacar provecho.


traidores, impetuosos, infatuados, amadores de los deleites más que de Dios,


porque raíz de todos los males es el amor al dinero, el cual codiciando algunos, se extraviaron de la fe, y fueron traspasados de muchos dolores.


Pues hablando palabras infladas y vanas, seducen con concupiscencias de la carne y disoluciones a los que verdaderamente habían huido de los que viven en error.


Pero él da mayor gracia. Por esto dice: Dios resiste a los soberbios, y da gracia a los humildes.


Haced morir, pues, lo terrenal en vosotros: fornicación, impureza, pasiones desordenadas, malos deseos y avaricia, que es idolatría;


Igualmente, jóvenes, estad sujetos a los ancianos; y todos, sumisos unos a otros, revestíos de humildad; porque: Dios resiste a los soberbios, Y da gracia a los humildes.


está envanecido, nada sabe, y delira acerca de cuestiones y contiendas de palabras, de las cuales nacen envidias, pleitos, blasfemias, malas sospechas,


Y les dijo: Mirad, y guardaos de toda avaricia; porque la vida del hombre no consiste en la abundancia de los bienes que posee.


Y el rey hará su voluntad, y se ensoberbecerá, y se engrandecerá sobre todo dios; y contra el Dios de los dioses hablará maravillas, y prosperará, hasta que sea consumada la ira; porque lo determinado se cumplirá.


y blasfemaron contra el Dios del cielo por sus dolores y por sus úlceras, y no se arrepintieron de sus obras.


Pero estos, hablando mal de cosas que no entienden, como animales irracionales, nacidos para presa y destrucción, perecerán en su propia perdición,


y por avaricia harán mercadería de vosotros con palabras fingidas. Sobre los tales ya de largo tiempo la condenación no se tarda, y su perdición no se duerme.


Pero ahora os jactáis en vuestras soberbias. Toda jactancia semejante es mala;


el cual se opone y se levanta contra todo lo que se llama Dios o es objeto de culto; tanto que se sienta en el templo de Dios como Dios, haciéndose pasar por Dios.


no te jactes contra las ramas; y si te jactas, sabe que no sustentas tú a la raíz, sino la raíz a ti.


Y hablará palabras contra el Altísimo, y a los santos del Altísimo quebrantará, y pensará en cambiar los tiempos y la ley; y serán entregados en su mano hasta tiempo, y tiempos, y medio tiempo.


Y cayó del cielo sobre los hombres un enorme granizo como del peso de un talento; y los hombres blasfemaron contra Dios por la plaga del granizo; porque su plaga fue sobremanera grande.


Si en verdad cumplís la ley real, conforme a la Escritura: Amarás a tu prójimo como a ti mismo, bien hacéis;


no dado al vino, no pendenciero, no codicioso de ganancias deshonestas, sino amable, apacible, no avaro;


de los cuales son Himeneo y Alejandro, a quienes entregué a Satanás para que aprendan a no blasfemar.


Porque antes de estos días se levantó Teudas, diciendo que era alguien. A este se unió un número como de cuatrocientos hombres; pero él fue muerto, y todos los que le obedecían fueron dispersados y reducidos a nada.


Y oían también todas estas cosas los fariseos, que eran avaros, y se burlaban de él.


Y los hombres se quemaron con el gran calor, y blasfemaron el nombre de Dios, que tiene poder sobre estas plagas, y no se arrepintieron para darle gloria.


Me paré sobre la arena del mar, y vi subir del mar una bestia que tenía siete cabezas y diez cuernos; y en sus cuernos diez diademas; y sobre sus cabezas, un nombre blasfemo.


y por todos murió, para que los que viven, ya no vivan para sí, sino para aquel que murió y resucitó por ellos.


ya no ha de honrar a su padre o a su madre. Así habéis invalidado el mandamiento de Dios por vuestra tradición.


¿Se gloriará el hacha contra el que con ella corta? ¿Se ensoberbecerá la sierra contra el que la mueve? ¡Como si el báculo levantase al que lo levanta; como si levantase la vara al que no es leño!


Los ojos altivos, la lengua mentirosa, Las manos derramadoras de sangre inocente,


Los que confían en sus bienes, Y de la muchedumbre de sus riquezas se jactan,


¿Por qué te jactas de maldad, oh poderoso? La misericordia de Dios es continua.


Amad, pues, a vuestros enemigos, y haced bien, y prestad, no esperando de ello nada; y será vuestro galardón grande, y seréis hijos del Altísimo; porque él es benigno para con los ingratos y malos.


conociendo esto, que la ley no fue dada para el justo, sino para los transgresores y desobedientes, para los impíos y pecadores, para los irreverentes y profanos, para los parricidas y matricidas, para los homicidas,


y mayormente a aquellos que, siguiendo la carne, andan en concupiscencia e inmundicia, y desprecian el señorío. Atrevidos y contumaces, no temen decir mal de las potestades superiores,


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