Biblia Todo Logo
ព្រះគម្ពីរតាមអ៊ីនធឺណិត

- ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម -





2 Reyes 19:21 - Biblia Reina Valera 1960

21 Esta es la palabra que Jehová ha pronunciado acerca de él: La virgen hija de Sion te menosprecia, te escarnece; detrás de ti mueve su cabeza la hija de Jerusalén.

សូមមើលជំពូក ចម្លង


កំណែច្រើនទៀត

Biblia Nueva Traducción Viviente

21 y el Señor ha pronunciado estas palabras en su contra: »”La hija virgen de Sion te desprecia y se ríe de ti. La hija de Jerusalén menea la cabeza con desdén mientras tú huyes.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Católica (Latinoamericana)

21 Pues bien, esta es la palabra que pronuncia Yavé contra él: La virgen de Sión te desprecia, se burla de ti, la hija de Jerusalén mueve la cabeza al mirarte.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

La Biblia Textual 3a Edicion

21 Esta es la palabra que dice YHVH acerca de él: Te menosprecia, se burla de ti la virgen hija de Sión; Menea despectiva la cabeza tras de ti la hija de Jerusalem.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Serafín de Ausejo 1975

21 Éste es el oráculo que Yahveh ha pronunciado contra él: 'Te desprecia y se burla de ti la doncella de Sión. A tus espaldas menea la cabeza la hija de Jerusalén.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

21 Esta es la palabra que Jehová ha hablado contra él: Te ha menospreciado, te ha escarnecido la virgen hija de Sión; ha movido su cabeza detrás de ti la hija de Jerusalén.

សូមមើលជំពូក ចម្លង




2 Reyes 19:21
24 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

¿Qué testigo te traeré, o a quién te haré semejante, hija de Jerusalén? ¿A quién te compararé para consolarte, oh virgen hija de Sion? Porque grande como el mar es tu quebrantamiento; ¿quién te sanará?


Y los que pasaban le injuriaban, meneando la cabeza,


Les dirás, pues, esta palabra: Derramen mis ojos lágrimas noche y día, y no cesen; porque de gran quebrantamiento es quebrantada la virgen hija de mi pueblo, de plaga muy dolorosa.


También yo podría hablar como vosotros, Si vuestra alma estuviera en lugar de la mía; Yo podría hilvanar contra vosotros palabras, Y sobre vosotros mover mi cabeza.


Todos los que pasaban por el camino batieron las manos sobre ti; Silbaron, y movieron despectivamente sus cabezas sobre la hija de Jerusalén, diciendo: ¿Es esta la ciudad que decían de perfecta hermosura, el gozo de toda la tierra?


Yo he sido para ellos objeto de oprobio; Me miraban, y burlándose meneaban su cabeza.


Alégrate mucho, hija de Sion; da voces de júbilo, hija de Jerusalén; he aquí tu rey vendrá a ti, justo y salvador, humilde, y cabalgando sobre un asno, sobre un pollino hijo de asna.


Y tú, oh torre del rebaño, fortaleza de la hija de Sion, hasta ti vendrá el señorío primero, el reino de la hija de Jerusalén.


Cayó la virgen de Israel, y no podrá levantarse ya más; fue dejada sobre su tierra, no hay quien la levante.


Gózate y alégrate, hija de Edom, la que habitas en tierra de Uz; Aun hasta ti llegará la copa; te embriagarás, y vomitarás.


El Señor ha hollado a todos mis hombres fuertes en medio de mí; Llamó contra mí compañía para quebrantar a mis jóvenes; Como lagar ha hollado el Señor a la virgen hija de Judá.


Sube a Galaad, y toma bálsamo, virgen hija de Egipto; por demás multiplicarás las medicinas; no hay curación para ti.


Aún te edificaré, y serás edificada, oh virgen de Israel; todavía serás adornada con tus panderos, y saldrás en alegres danzas.


Por tanto, así dijo Jehová: Preguntad ahora a las naciones, quién ha oído cosa semejante. Gran fealdad ha hecho la virgen de Israel.


Siéntate, calla, y entra en tinieblas, hija de los caldeos; porque nunca más te llamarán señora de reinos.


Desciende y siéntate en el polvo, virgen hija de Babilonia. Siéntate en la tierra, sin trono, hija de los caldeos; porque nunca más te llamarán tierna y delicada.


Y dijo: No te alegrarás más, oh oprimida virgen hija de Sidón. Levántate para pasar a Quitim, y aun allí no tendrás reposo.


Pasa cual río de tu tierra, oh hija de Tarsis, porque no tendrás ya más poder.


Y queda la hija de Sion como enramada en viña, y como cabaña en melonar, como ciudad asolada.


Hija de Babilonia la desolada, Bienaventurado el que te diere el pago De lo que tú nos hiciste.


Para que cuente yo todas tus alabanzas En las puertas de la hija de Sion, Y me goce en tu salvación.


Nos pusiste por proverbio entre las naciones; Todos al vernos menean la cabeza.


តាម​ពួក​យើង:

ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម


ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម