Biblia Todo Logo
ព្រះគម្ពីរតាមអ៊ីនធឺណិត

- ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម -





2 Crónicas 25:8 - Biblia Reina Valera 1960

8 Pero si vas así, si lo haces, y te esfuerzas para pelear, Dios te hará caer delante de los enemigos; porque en Dios está el poder, o para ayudar, o para derribar.

សូមមើលជំពូក ចម្លង


កំណែច្រើនទៀត

Biblia Nueva Traducción Viviente

8 Si usted permite que ellos vayan a la batalla junto con sus tropas, ustedes serán derrotados por el enemigo sin importar qué tan bien peleen. Dios los derribará, porque él tiene el poder para ayudarlos o para hacerlos tropezar.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Católica (Latinoamericana)

8 Si vienen contigo, Dios te hará caer ante el enemigo, aunque tengas muchas tropas, porque Dios tiene poder para ayudar y para derribar.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

La Biblia Textual 3a Edicion

8 Si fueras con ellos a la batalla, por mucho que te esfuerces, ’Elohim te derribará delante del enemigo, porque en ’Elohim está la facultad de ayudar o de derribar.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Serafín de Ausejo 1975

8 Porque, si va contigo, por mucho que te esfuerces en el combate, Dios te hará caer ante el enemigo. Dios tiene poder para ayudar y para derribar'.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

8 Pero si quieres ir, ve, esfuérzate para la batalla, pero Dios te hará caer delante de los enemigos; porque en Dios está el poder, o para ayudar, o para derribar.

សូមមើលជំពូក ចម្លង




2 Crónicas 25:8
25 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Y clamó Asa a Jehová su Dios, y dijo: ¡Oh Jehová, para ti no hay diferencia alguna en dar ayuda al poderoso o al que no tiene fuerzas! Ayúdanos, oh Jehová Dios nuestro, porque en ti nos apoyamos, y en tu nombre venimos contra este ejército. Oh Jehová, tú eres nuestro Dios; no prevalezca contra ti el hombre.


y dijo: Jehová Dios de nuestros padres, ¿no eres tú Dios en los cielos, y tienes dominio sobre todos los reinos de las naciones? ¿No está en tu mano tal fuerza y poder, que no hay quien te resista?


Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús.


Mía es la plata, y mío es el oro, dice Jehová de los ejércitos.


Alégrate, joven, en tu juventud, y tome placer tu corazón en los días de tu adolescencia; y anda en los caminos de tu corazón y en la vista de tus ojos; pero sabe, que sobre todas estas cosas te juzgará Dios.


Me volví y vi debajo del sol, que ni es de los ligeros la carrera, ni la guerra de los fuertes, ni aun de los sabios el pan, ni de los prudentes las riquezas, ni de los elocuentes el favor; sino que tiempo y ocasión acontecen a todos.


La bendición de Jehová es la que enriquece, Y no añade tristeza con ella.


Una vez habló Dios; Dos veces he oído esto: Que de Dios es el poder,


El rey no se salva por la multitud del ejército, Ni escapa el valiente por la mucha fuerza.


Jehová hace nulo el consejo de las naciones, Y frustra las maquinaciones de los pueblos.


De Jehová es la tierra y su plenitud; El mundo, y los que en él habitan.


Estos confían en carros, y aquellos en caballos; Mas nosotros del nombre de Jehová nuestro Dios tendremos memoria.


Dios no volverá atrás su ira, Y debajo de él se abaten los que ayudan a los soberbios.


Porque él es quien hace la llaga, y él la vendará; Él hiere, y sus manos curan.


Y el rey le dijo: Micaías, ¿iremos a pelear contra Ramot de Galaad, o me estaré quieto? Él respondió: Subid, y seréis prosperados, pues serán entregados en vuestras manos.


sabiduría y ciencia te son dadas; y también te daré riquezas, bienes y gloria, como nunca tuvieron los reyes que han sido antes de ti, ni tendrán los que vengan después de ti.


Dijo, pues, Jonatán a su paje de armas: Ven, pasemos a la guarnición de estos incircuncisos; quizá haga algo Jehová por nosotros, pues no es difícil para Jehová salvar con muchos o con pocos.


Entonces Jehová dijo a Gedeón: Con estos trescientos hombres que lamieron el agua os salvaré, y entregaré a los madianitas en tus manos; y váyase toda la demás gente cada uno a su lugar.


Sino acuérdate de Jehová tu Dios, porque él te da el poder para hacer las riquezas, a fin de confirmar su pacto que juró a tus padres, como en este día.


Entonces vino a sus discípulos y les dijo: Dormid ya, y descansad. He aquí ha llegado la hora, y el Hijo del Hombre es entregado en manos de pecadores.


Dios le dio ayuda contra los filisteos, y contra los árabes que habitaban en Gur-baal, y contra los amonitas.


Embotaste asimismo el filo de su espada, Y no lo levantaste en la batalla.


តាម​ពួក​យើង:

ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម


ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម