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1 Reyes 22:19 - Biblia Reina Valera 1960

19 Entonces él dijo: Oye, pues, palabra de Jehová: Yo vi a Jehová sentado en su trono, y todo el ejército de los cielos estaba junto a él, a su derecha y a su izquierda.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

19 Micaías continuó diciendo: —¡Escucha lo que dice el Señor! Vi al Señor sentado en su trono, rodeado por todos los ejércitos del cielo, a su derecha y a su izquierda.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

19 Miqueas agregó: 'Escucha esta palabra de Yavé: Vi a Yavé sentado en su trono con todo el ejército de los cielos a su derecha y a su izquierda.

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La Biblia Textual 3a Edicion

19 Y él° dijo: Por eso, oíd la palabra de YHVH: Vi a YHVH sentado en su trono, y al ejército de los cielos alrededor de Él, a su diestra y a su siniestra.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

19 Pero Miqueas prosiguió: 'Escucha ahora el oráculo de Yahveh: he visto a Yahveh sentado en su trono. Todo el ejército del cielo estaba de pie junto a él, a su derecha y a su izquierda.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

19 Entonces él dijo: Oye, pues, palabra de Jehová: Yo vi a Jehová sentado en su trono, y todo el ejército del cielo estaba junto a Él, a su derecha y a su izquierda.

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1 Reyes 22:19
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Aconteció que otro día vinieron los hijos de Dios para presentarse delante de Jehová, y Satanás vino también entre ellos presentándose delante de Jehová.


Un día vinieron a presentarse delante de Jehová los hijos de Dios, entre los cuales vino también Satanás.


Mirad que no menospreciéis a uno de estos pequeños; porque os digo que sus ángeles en los cielos ven siempre el rostro de mi Padre que está en los cielos.


¿No son todos espíritus ministradores, enviados para servicio a favor de los que serán herederos de la salvación?


Ciertamente de los ángeles dice: El que hace a sus ángeles espíritus, Y a sus ministros llama de fuego.


Hijo de hombre, profetiza contra los profetas de Israel que profetizan, y di a los que profetizan de su propio corazón: Oíd palabra de Jehová.


sino que os habéis acercado al monte de Sion, a la ciudad del Dios vivo, Jerusalén la celestial, a la compañía de muchos millares de ángeles,


Por tanto, varones burladores que gobernáis a este pueblo que está en Jerusalén, oíd la palabra de Jehová.


Príncipes de Sodoma, oíd la palabra de Jehová; escuchad la ley de nuestro Dios, pueblo de Gomorra.


Y miré, y oí la voz de muchos ángeles alrededor del trono, y de los seres vivientes, y de los ancianos; y su número era millones de millones,


Cuando el Hijo del Hombre venga en su gloria, y todos los santos ángeles con él, entonces se sentará en su trono de gloria,


Y aquel varón que estaba entre los mirtos respondió y dijo: Estos son los que Jehová ha enviado a recorrer la tierra.


Ahora, pues, oye palabra de Jehová. Tú dices: No profetices contra Israel, ni hables contra la casa de Isaac.


ahora por eso, oíd la palabra de Jehová, remanente de Judá: Así ha dicho Jehová de los ejércitos, Dios de Israel: Si vosotros volviereis vuestros rostros para entrar en Egipto, y entrareis para morar allá,


Oíd, pues, palabra de Jehová, vosotros todos los transportados que envié de Jerusalén a Babilonia.


Oíd la palabra de Jehová, casa de Jacob, y todas las familias de la casa de Israel.


El Espíritu de Jehová se apartó de Saúl, y le atormentaba un espíritu malo de parte de Jehová.


Y Jehová dijo: ¿Quién inducirá a Acab, para que suba y caiga en Ramot de Galaad? Y uno decía de una manera, y otro decía de otra.


Y subieron Moisés y Aarón, Nadab y Abiú, y setenta de los ancianos de Israel;


y vieron al Dios de Israel; y había debajo de sus pies como un embaldosado de zafiro, semejante al cielo cuando está sereno.


Entonces tomó su parábola, y dijo: Dijo Balaam hijo de Beor, Y dijo el varón de ojos abiertos;


No habrá en ti dios ajeno, Ni te inclinarás a dios extraño.


Por tanto, ramera, oye palabra de Jehová.


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