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1 Reyes 21:10 - Biblia Reina Valera 1960

10 y poned a dos hombres perversos delante de él, que atestigüen contra él y digan: Tú has blasfemado a Dios y al rey. Y entonces sacadlo, y apedreadlo para que muera.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

10 Luego, sienten a dos sinvergüenzas frente a él que lo acusen de maldecir a Dios y al rey. Después sáquenlo y mátenlo a pedradas».

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Biblia Católica (Latinoamericana)

10 Consíganse a dos malvados para que le lancen esta acusación: ¡Tú maldeciste a Dios y al rey! Entonces lo sacarán fuera y lo matarán a pedradas'.

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La Biblia Textual 3a Edicion

10 y que dos hombres, hijos de Belial, se sienten frente a él y testifiquen contra él diciendo: ¡Has maldecido a ’Elohim y al rey! Y haréis que lo saquen fuera y lo apedreen hasta que muera.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

10 Y poned frente a él a dos hombres perversos, que testimonien contra él, diciendo: 'Tú has maldecido a Dios y al rey'. Sacadlo luego fuera, y que muera lapidado'.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

10 y poned a dos hombres hijos de Belial delante de él, que atestigüen contra él, y digan: Tú has blasfemado a Dios y al rey. Y entonces sacadlo, y apedreadlo para que muera.

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1 Reyes 21:10
18 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

No injuriarás a los jueces, ni maldecirás al príncipe de tu pueblo.


Entonces sobornaron a unos para que dijesen que le habían oído hablar palabras blasfemas contra Moisés y contra Dios.


No se tomará en cuenta a un solo testigo contra ninguno en cualquier delito ni en cualquier pecado, en relación con cualquiera ofensa cometida. Solo por el testimonio de dos o tres testigos se mantendrá la acusación.


que han salido de en medio de ti hombres impíos que han instigado a los moradores de su ciudad, diciendo: Vamos y sirvamos a dioses ajenos, que vosotros no conocisteis;


Y pusieron testigos falsos que decían: Este hombre no cesa de hablar palabras blasfemas contra este lugar santo y contra la ley;


Le respondieron los judíos, diciendo: Por buena obra no te apedreamos, sino por la blasfemia; porque tú, siendo hombre, te haces Dios.


Pero cuando estaban gozosos, he aquí que los hombres de aquella ciudad, hombres perversos, rodearon la casa, golpeando a la puerta; y hablaron al anciano, dueño de la casa, diciendo: Saca al hombre que ha entrado en tu casa, para que lo conozcamos.


Saca al blasfemo fuera del campamento, y todos los que le oyeron pongan sus manos sobre la cabeza de él, y apedréelo toda la congregación.


Los hijos de Elí eran hombres impíos, y no tenían conocimiento de Jehová.


Aconteció que se hallaba allí un hombre perverso que se llamaba Seba hijo de Bicri, hombre de Benjamín, el cual tocó la trompeta, y dijo: No tenemos nosotros parte en David, ni heredad con el hijo de Isaí. ¡Cada uno a su tienda, Israel!


Y las cartas que escribió decían así: Proclamad ayuno, y poned a Nabot delante del pueblo;


Y los de su ciudad, los ancianos y los principales que moraban en su ciudad, hicieron como Jezabel les mandó, conforme a lo escrito en las cartas que ella les había enviado.


Y Eliseo estaba sentado en su casa, y con él estaban sentados los ancianos; y el rey envió a él un hombre. Mas antes que el mensajero viniese a él, dijo él a los ancianos: ¿No habéis visto cómo este hijo de homicida envía a cortarme la cabeza? Mirad, pues, y cuando viniere el mensajero, cerrad la puerta, e impedidle la entrada. ¿No se oye tras él el ruido de los pasos de su amo?


Y acontecía que habiendo pasado en turno los días del convite, Job enviaba y los santificaba, y se levantaba de mañana y ofrecía holocaustos conforme al número de todos ellos. Porque decía Job: Quizá habrán pecado mis hijos, y habrán blasfemado contra Dios en sus corazones. De esta manera hacía todos los días.


El testigo falso que habla mentiras, Y el que siembra discordia entre hermanos.


Y el derecho se retiró, y la justicia se puso lejos; porque la verdad tropezó en la plaza, y la equidad no pudo venir.


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