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1 Reyes 19:5 - Biblia Reina Valera 1960

5 Y echándose debajo del enebro, se quedó dormido; y he aquí luego un ángel le tocó, y le dijo: Levántate, come.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

5 Entonces se acostó y durmió debajo del árbol. Mientras dormía, un ángel lo tocó y le dijo: «¡Levántate y come!».

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Biblia Católica (Latinoamericana)

5 Se acostó y se quedó dormido. Un ángel tocó a Elías y le dijo: 'Levántate y come'.

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La Biblia Textual 3a Edicion

5 Y recostándose debajo del enebro, se quedó dormido; y he aquí el ángel lo tocó y le dijo: ¡Levántate y come!

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

5 Luego se tendió y se quedó dormido debajo de la retama. Pero he aquí que un ángel le tocó y le dijo: '¡Levántate y come!'.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

5 Y echándose debajo del enebro, se quedó dormido. Y he aquí luego un ángel le tocó, y le dijo: Levántate, come.

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1 Reyes 19:5
12 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Sean vuestras costumbres sin avaricia, contentos con lo que tenéis ahora; porque él dijo: No te desampararé, ni te dejaré;


¿No son todos espíritus ministradores, enviados para servicio a favor de los que serán herederos de la salvación?


Y he aquí que se presentó un ángel del Señor, y una luz resplandeció en la cárcel; y tocando a Pedro en el costado, le despertó, diciendo: Levántate pronto. Y las cadenas se le cayeron de las manos.


aún estaba hablando en oración, cuando el varón Gabriel, a quien había visto en la visión al principio, volando con presteza, vino a mí como a la hora del sacrificio de la tarde.


Y dijo: He aquí yo te enseñaré lo que ha de venir al fin de la ira; porque eso es para el tiempo del fin.


Los leoncillos necesitan, y tienen hambre; Pero los que buscan a Jehová no tendrán falta de ningún bien.


El ángel de Jehová acampa alrededor de los que le temen, Y los defiende.


Y él se fue por el desierto un día de camino, y vino y se sentó debajo de un enebro; y deseando morirse, dijo: Basta ya, oh Jehová, quítame la vida, pues no soy yo mejor que mis padres.


Entonces él miró, y he aquí a su cabecera una torta cocida sobre las ascuas, y una vasija de agua; y comió y bebió, y volvió a dormirse.


Volvió el ángel que hablaba conmigo, y me despertó, como un hombre que es despertado de su sueño.


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