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1 Pedro 5:1 - Biblia Reina Valera 1960

1 Ruego a los ancianos que están entre vosotros, yo anciano también con ellos, y testigo de los padecimientos de Cristo, que soy también participante de la gloria que será revelada:

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Biblia Nueva Traducción Viviente

1 Y ahora, una palabra para ustedes los ancianos en las iglesias. También soy un anciano y testigo de los sufrimientos de Cristo. Y yo también voy a participar de su gloria cuando él sea revelado a todo el mundo. Como anciano igual que ustedes, les ruego:

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Biblia Católica (Latinoamericana)

1 Ahora me dirijo a sus Ancianos, dado que yo también soy anciano, y testigo de los sufrimientos de Cristo, y espero ser partícipe de la gloria que ha de manifestarse.

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La Biblia Textual 3a Edicion

1 Exhorto pues a los ancianos entre vosotros (yo anciano también con ellos y testigo de los padecimientos del Mesías, que también soy participante de la gloria que va a ser revelada):

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

1 Así, pues, a los presbíteros que están entre vosotros los exhorto yo, presbítero como ellos, con ellos testigo de los padecimientos de Cristo y con ellos participante de la gloria que se ha de revelar:

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

1 Exhorto a los ancianos que están entre vosotros, yo anciano también con ellos, y testigo de los sufrimientos de Cristo, y también participante de la gloria que ha de ser revelada:

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1 Pedro 5:1
38 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Y vosotros sois testigos de estas cosas.


Yo Juan, vuestro hermano, y copartícipe vuestro en la tribulación, en el reino y en la paciencia de Jesucristo, estaba en la isla llamada Patmos, por causa de la palabra de Dios y el testimonio de Jesucristo.


El anciano a la señora elegida y a sus hijos, a quienes yo amo en la verdad; y no solo yo, sino también todos los que han conocido la verdad,


Y cuando aparezca el Príncipe de los pastores, vosotros recibiréis la corona incorruptible de gloria.


Amados, ahora somos hijos de Dios, y aún no se ha manifestado lo que hemos de ser; pero sabemos que cuando él se manifieste, seremos semejantes a él, porque le veremos tal como él es.


para que sometida a prueba vuestra fe, mucho más preciosa que el oro, el cual aunque perecedero se prueba con fuego, sea hallada en alabanza, gloria y honra cuando sea manifestado Jesucristo,


Y constituyeron ancianos en cada iglesia, y habiendo orado con ayunos, los encomendaron al Señor en quien habían creído.


lo cual en efecto hicieron, enviándolo a los ancianos por mano de Bernabé y de Saulo.


A estos se les reveló que no para sí mismos, sino para nosotros, administraban las cosas que ahora os son anunciadas por los que os han predicado el evangelio por el Espíritu Santo enviado del cielo; cosas en las cuales anhelan mirar los ángeles.


más bien te ruego por amor, siendo como soy, Pablo ya anciano, y ahora, además, prisionero de Jesucristo;


Por esta causa te dejé en Creta, para que corrigieses lo deficiente, y establecieses ancianos en cada ciudad, así como yo te mandé;


Por lo demás, me está guardada la corona de justicia, la cual me dará el Señor, juez justo, en aquel día; y no solo a mí, sino también a todos los que aman su venida.


Contra un anciano no admitas acusación sino con dos o tres testigos.


No reprendas al anciano, sino exhórtale como a padre; a los más jóvenes, como a hermanos;


Porque sé que por vuestra oración y la suministración del Espíritu de Jesucristo, esto resultará en mi liberación,


Porque sabemos que si nuestra morada terrestre, este tabernáculo, se deshiciere, tenemos de Dios un edificio, una casa no hecha de manos, eterna, en los cielos.


Y al día siguiente Pablo entró con nosotros a ver a Jacobo, y se hallaban reunidos todos los ancianos;


Por tanto, mirad por vosotros, y por todo el rebaño en que el Espíritu Santo os ha puesto por obispos, para apacentar la iglesia del Señor, la cual él ganó por su propia sangre.


Enviando, pues, desde Mileto a Éfeso, hizo llamar a los ancianos de la iglesia.


Y se reunieron los apóstoles y los ancianos para conocer de este asunto.


Y llegados a Jerusalén, fueron recibidos por la iglesia y los apóstoles y los ancianos, y refirieron todas las cosas que Dios había hecho con ellos.


A este Jesús resucitó Dios, de lo cual todos nosotros somos testigos.


comenzando desde el bautismo de Juan hasta el día en que de entre nosotros fue recibido arriba, uno sea hecho testigo con nosotros, de su resurrección.


pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra.


pero confiamos, y más quisiéramos estar ausentes del cuerpo, y presentes al Señor.


y matasteis al Autor de la vida, a quien Dios ha resucitado de los muertos, de lo cual nosotros somos testigos.


Por tanto, nosotros también, teniendo en derredor nuestro tan grande nube de testigos, despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante,


sino gozaos por cuanto sois participantes de los padecimientos de Cristo, para que también en la revelación de su gloria os gocéis con gran alegría.


El anciano a Gayo, el amado, a quien amo en la verdad.


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