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1 Crónicas 29:10 - Biblia Reina Valera 1960

10 Asimismo se alegró mucho el rey David, y bendijo a Jehová delante de toda la congregación; y dijo David: Bendito seas tú, oh Jehová, Dios de Israel nuestro padre, desde el siglo y hasta el siglo.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

10 Luego David alabó al Señor en presencia de toda la asamblea: «¡Oh Señor, Dios de nuestro antepasado Israel, que seas alabado por siempre y para siempre!

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Biblia Católica (Latinoamericana)

10 Después David bendijo a Yavé en presencia de toda la asamblea. Dijo: 'Bendito tú, oh Yavé, Dios de nuestro padre Israel, desde siempre hasta siempre.

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La Biblia Textual 3a Edicion

10 Y bendijo David a YHVH delante de toda la congregación, y dijo David: ¡Bendito Tú, oh YHVH, Dios de nuestro padre Israel, por los siglos de los siglos!

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

10 Bendijo entonces David a Yahveh en presencia de toda la asamblea diciendo: '¡Bendito seas tú, Yahveh, Dios de nuestro padre Israel, desde siempre y para siempre!

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

10 y bendijo a Jehová delante de toda la congregación; y dijo David: Bendito seas tú, oh Jehová, Dios de Israel, nuestro padre, desde la eternidad y hasta la eternidad.

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1 Crónicas 29:10
33 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo,


que decían a gran voz: El Cordero que fue inmolado es digno de tomar el poder, las riquezas, la sabiduría, la fortaleza, la honra, la gloria y la alabanza.


Bendito el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que según su grande misericordia nos hizo renacer para una esperanza viva, por la resurrección de Jesucristo de los muertos,


Por tanto, al Rey de los siglos, inmortal, invisible, al único y sabio Dios, sea honor y gloria por los siglos de los siglos. Amén.


a todos los que estáis en Roma, amados de Dios, llamados a ser santos: Gracia y paz a vosotros, de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo.


Y el mismo Jesucristo Señor nuestro, y Dios nuestro Padre, el cual nos amó y nos dio consolación eterna y buena esperanza por gracia,


Al Dios y Padre nuestro sea gloria por los siglos de los siglos. Amén.


Pues no habéis recibido el espíritu de esclavitud para estar otra vez en temor, sino que habéis recibido el espíritu de adopción, por el cual clamamos: ¡Abba, Padre!


El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy.


Vosotros, pues, oraréis así: Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre.


Y me levantó el Espíritu, y oí detrás de mí una voz de gran estruendo, que decía: Bendita sea la gloria de Jehová desde su lugar.


Pero tú eres nuestro padre, si bien Abraham nos ignora, e Israel no nos conoce; tú, oh Jehová, eres nuestro padre; nuestro Redentor perpetuo es tu nombre.


Alabaré a Jehová en mi vida; Cantaré salmos a mi Dios mientras viva.


Te alabaré con todo mi corazón; Delante de los dioses te cantaré salmos.


Bendito sea Jehová para siempre. Amén, y Amén.


Y dijo: Bendito sea Jehová, Dios de Israel, que habló a David mi padre lo que con su mano ha cumplido, diciendo:


Y erigió allí un altar, y lo llamó El-Elohe-Israel.


Y el varón le dijo: No se dirá más tu nombre Jacob, sino Israel; porque has luchado con Dios y con los hombres, y has vencido.


Y él dijo: Bendito sea Jehová Dios de Israel, quien con su mano ha cumplido lo que prometió con su boca a David mi padre, diciendo:


Después dijo David a toda la congregación: Bendecid ahora a Jehová vuestro Dios. Entonces toda la congregación bendijo a Jehová Dios de sus padres, e inclinándose adoraron delante de Jehová y del rey.


Y se alegró el pueblo por haber contribuido voluntariamente; porque de todo corazón ofrecieron a Jehová voluntariamente.


Tuya es, oh Jehová, la magnificencia y el poder, la gloria, la victoria y el honor; porque todas las cosas que están en los cielos y en la tierra son tuyas. Tuyo, oh Jehová, es el reino, y tú eres excelso sobre todos.


Porque el nombre de Jehová proclamaré. Engrandeced a nuestro Dios.


Cuando Ezequías y los príncipes vinieron y vieron los montones, bendijeron a Jehová, y a su pueblo Israel.


Bendito Jehová Dios de nuestros padres, que puso tal cosa en el corazón del rey, para honrar la casa de Jehová que está en Jerusalén,


Bendijo entonces Esdras a Jehová, Dios grande. Y todo el pueblo respondió: ¡Amén! ¡Amén! alzando sus manos; y se humillaron y adoraron a Jehová inclinados a tierra.


Comerán los humildes, y serán saciados; Alabarán a Jehová los que le buscan; Vivirá vuestro corazón para siempre.


Red han armado a mis pasos; Se ha abatido mi alma; Hoyo han cavado delante de mí; En medio de él han caído ellos mismos. Selah


Y Daniel habló y dijo: Sea bendito el nombre de Dios de siglos en siglos, porque suyos son el poder y la sabiduría.


Mas al fin del tiempo yo Nabucodonosor alcé mis ojos al cielo, y mi razón me fue devuelta; y bendije al Altísimo, y alabé y glorifiqué al que vive para siempre, cuyo dominio es sempiterno, y su reino por todas las edades.


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