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1 Corintios 6:11 - Biblia Reina Valera 1960

11 Y esto erais algunos; mas ya habéis sido lavados, ya habéis sido santificados, ya habéis sido justificados en el nombre del Señor Jesús, y por el Espíritu de nuestro Dios.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

11 Algunos de ustedes antes eran así; pero fueron limpiados; fueron hechos santos; fueron hechos justos ante Dios al invocar el nombre del Señor Jesucristo y por el Espíritu de nuestro Dios.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

11 Tal fue el caso de algunos de ustedes, pero han sido lavados, han sido santificados y rehabilitados por el Nombre de Cristo Jesús, el Señor, y por el Espíritu de nuestro Dios.

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La Biblia Textual 3a Edicion

11 Y esto erais algunos, pero os lavasteis, pero fuisteis apartados para Dios, pero fuisteis declarados justos en el nombre del Señor Jesús, el Mesías° por el Espíritu de nuestro Dios.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

11 Y esto erais algunos; pero fuisteis lavados, fuisteis consagrados a Dios pero fuisteis justificados en el nombre del Señor Jesucristo y en el Espíritu de nuestro Dios.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

11 Y esto erais algunos de vosotros; mas ya sois lavados, ya sois santificados, ya sois justificados en el nombre del Señor Jesús, y por el Espíritu de nuestro Dios.

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1 Corintios 6:11
52 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Mas por él estáis vosotros en Cristo Jesús, el cual nos ha sido hecho por Dios sabiduría, justificación, santificación y redención;


a la iglesia de Dios que está en Corinto, a los santificados en Cristo Jesús, llamados a ser santos con todos los que en cualquier lugar invocan el nombre de nuestro Señor Jesucristo, Señor de ellos y nuestro:


Ahora, pues, ¿por qué te detienes? Levántate y bautízate, y lava tus pecados, invocando su nombre.


Y a los que predestinó, a estos también llamó; y a los que llamó, a estos también justificó; y a los que justificó, a estos también glorificó.


elegidos según la presciencia de Dios Padre en santificación del Espíritu, para obedecer y ser rociados con la sangre de Jesucristo: Gracia y paz os sean multiplicadas.


acerquémonos con corazón sincero, en plena certidumbre de fe, purificados los corazones de mala conciencia, y lavados los cuerpos con agua pura.


para santificarla, habiéndola purificado en el lavamiento del agua por la palabra,


Porque en otro tiempo erais tinieblas, mas ahora sois luz en el Señor; andad como hijos de luz


para que abras sus ojos, para que se conviertan de las tinieblas a la luz, y de la potestad de Satanás a Dios; para que reciban, por la fe que es en mí, perdón de pecados y herencia entre los santificados.


¿Quién acusará a los escogidos de Dios? Dios es el que justifica.


Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo;


Pero nosotros debemos dar siempre gracias a Dios respecto a vosotros, hermanos amados por el Señor, de que Dios os haya escogido desde el principio para salvación, mediante la santificación por el Espíritu y la fe en la verdad,


y que de todo aquello de que por la ley de Moisés no pudisteis ser justificados, en él es justificado todo aquel que cree.


y de Jesucristo el testigo fiel, el primogénito de los muertos, y el soberano de los reyes de la tierra. Al que nos amó, y nos lavó de nuestros pecados con su sangre,


Y que por la ley ninguno se justifica para con Dios, es evidente, porque: El justo por la fe vivirá;


Yo le dije: Señor, tú lo sabes. Y él me dijo: Estos son los que han salido de la gran tribulación, y han lavado sus ropas, y las han emblanquecido en la sangre del Cordero.


sabiendo que el hombre no es justificado por las obras de la ley, sino por la fe de Jesucristo, nosotros también hemos creído en Jesucristo, para ser justificados por la fe de Cristo y no por las obras de la ley, por cuanto por las obras de la ley nadie será justificado.


Sabéis que cuando erais gentiles, se os extraviaba llevándoos, como se os llevaba, a los ídolos mudos.


Verá el fruto de la aflicción de su alma, y quedará satisfecho; por su conocimiento justificará mi siervo justo a muchos, y llevará las iniquidades de ellos.


Purifícame con hisopo, y seré limpio; Lávame, y seré más blanco que la nieve.


Lávame más y más de mi maldad, Y límpiame de mi pecado.


Porque el que santifica y los que son santificados, de uno son todos; por lo cual no se avergüenza de llamarlos hermanos,


De manera que la ley ha sido nuestro ayo, para llevarnos a Cristo, a fin de que fuésemos justificados por la fe.


Pues mucho más, estando ya justificados en su sangre, por él seremos salvos de la ira.


siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús,


Esparciré sobre vosotros agua limpia, y seréis limpiados de todas vuestras inmundicias; y de todos vuestros ídolos os limpiaré.


En Jehová será justificada y se gloriará toda la descendencia de Israel.


El bautismo que corresponde a esto ahora nos salva (no quitando las inmundicias de la carne, sino como la aspiración de una buena conciencia hacia Dios) por la resurrección de Jesucristo,


Habiendo purificado vuestras almas por la obediencia a la verdad, mediante el Espíritu, para el amor fraternal no fingido, amaos unos a otros entrañablemente, de corazón puro;


Y la Escritura, previendo que Dios había de justificar por la fe a los gentiles, dio de antemano la buena nueva a Abraham, diciendo: En ti serán benditas todas las naciones.


mas al que no obra, sino cree en aquel que justifica al impío, su fe le es contada por justicia.


Lavaos y limpiaos; quitad la iniquidad de vuestras obras de delante de mis ojos; dejad de hacer lo malo;


Hay generación limpia en su propia opinión, Si bien no se ha limpiado de su inmundicia.


Os digo que este descendió a su casa justificado antes que el otro; porque cualquiera que se enaltece, será humillado; y el que se humilla será enaltecido.


Lava tu corazón de maldad, oh Jerusalén, para que seas salva. ¿Hasta cuándo permitirás en medio de ti los pensamientos de iniquidad?


Jesús le dijo: El que está lavado, no necesita sino lavarse los pies, pues está todo limpio; y vosotros limpios estáis, aunque no todos.


Entonces Moisés hizo acercarse a Aarón y a sus hijos, y los lavó con agua.


Pedro le dijo: No me lavarás los pies jamás. Jesús le respondió: Si no te lavare, no tendrás parte conmigo.


¿Cuánto mayor castigo pensáis que merecerá el que pisoteare al Hijo de Dios, y tuviere por inmunda la sangre del pacto en la cual fue santificado, e hiciere afrenta al Espíritu de gracia?


Os escribo a vosotros, hijitos, porque vuestros pecados os han sido perdonados por su nombre.


Mas si entrare el sacerdote y la examinare, y viere que la plaga no se ha extendido en la casa después que fue recubierta, el sacerdote declarará limpia la casa, porque la plaga ha desaparecido.


y les dijo: Id también vosotros a mi viña, y os daré lo que sea justo. Y ellos fueron.


Porque un ángel descendía de tiempo en tiempo al estanque, y agitaba el agua; y el que primero descendía al estanque después del movimiento del agua, quedaba sano de cualquier enfermedad que tuviese.


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