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1 Corintios 15:2 - Biblia Reina Valera 1960

2 por el cual asimismo, si retenéis la palabra que os he predicado, sois salvos, si no creísteis en vano.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

2 Esa es la Buena Noticia que los salva si ustedes siguen creyendo el mensaje que les prediqué, a menos que hayan creído algo que desde un principio nunca fue cierto.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

2 y por ella se salvarán si la guardan tal como yo se la anuncié, a no ser que hayan creído cosas que no son.

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La Biblia Textual 3a Edicion

2 Por el cual también, si os aferráis a la palabra que os prediqué, sois salvos, si no creísteis en vano.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

2 y por el cual encontráis salvación, si es que conserváis la palabra que os anuncié; de lo contrario, de nada os sirvió haber creído.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

2 por el cual asimismo sois salvos, si retenéis la palabra que os he predicado, si no habéis creído en vano.

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1 Corintios 15:2
31 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

pero Cristo como hijo sobre su casa, la cual casa somos nosotros, si retenemos firme hasta el fin la confianza y el gloriarnos en la esperanza.


Por tanto, es necesario que con más diligencia atendamos a las cosas que hemos oído, no sea que nos deslicemos.


Porque somos hechos participantes de Cristo, con tal que retengamos firme hasta el fin nuestra confianza del principio,


quien nos salvó y llamó con llamamiento santo, no conforme a nuestras obras, sino según el propósito suyo y la gracia que nos fue dada en Cristo Jesús antes de los tiempos de los siglos,


si en verdad permanecéis fundados y firmes en la fe, y sin moveros de la esperanza del evangelio que habéis oído, el cual se predica en toda la creación que está debajo del cielo; del cual yo Pablo fui hecho ministro.


Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios;


Porque la palabra de la cruz es locura a los que se pierden; pero a los que se salvan, esto es, a nosotros, es poder de Dios.


Porque como el cuerpo sin espíritu está muerto, así también la fe sin obras está muerta.


Hermanos míos, ¿de qué aprovechará si alguno dice que tiene fe, y no tiene obras? ¿Podrá la fe salvarle?


Mantengamos firme, sin fluctuar, la profesión de nuestra esperanza, porque fiel es el que prometió.


Los de sobre la piedra son los que habiendo oído, reciben la palabra con gozo; pero estos no tienen raíces; creen por algún tiempo, y en el tiempo de la prueba se apartan.


Así también la fe, si no tiene obras, es muerta en sí misma.


Por tanto, teniendo un gran sumo sacerdote que traspasó los cielos, Jesús el Hijo de Dios, retengamos nuestra profesión.


Así que, hermanos, estad firmes, y retened la doctrina que habéis aprendido, sea por palabra, o por carta nuestra.


¿Tantas cosas habéis padecido en vano? si es que realmente fue en vano.


Así, pues, nosotros, como colaboradores suyos, os exhortamos también a que no recibáis en vano la gracia de Dios.


Porque no me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree; al judío primeramente, y también al griego.


Retén el consejo, no lo dejes; Guárdalo, porque eso es tu vida.


Hijo mío, no te olvides de mi ley, Y tu corazón guarde mis mandamientos;


Porque para Dios somos grato olor de Cristo en los que se salvan, y en los que se pierden;


Y si Cristo no resucitó, vana es entonces nuestra predicación, vana es también vuestra fe.


Pues ya que en la sabiduría de Dios, el mundo no conoció a Dios mediante la sabiduría, agradó a Dios salvar a los creyentes por la locura de la predicación.


Mira, pues, la bondad y la severidad de Dios; la severidad ciertamente para con los que cayeron, pero la bondad para contigo, si permaneces en esa bondad; pues de otra manera tú también serás cortado.


También creyó Simón mismo, y habiéndose bautizado, estaba siempre con Felipe; y viendo las señales y grandes milagros que se hacían, estaba atónito.


alabando a Dios, y teniendo favor con todo el pueblo. Y el Señor añadía cada día a la iglesia los que habían de ser salvos.


Compra la verdad, y no la vendas; La sabiduría, la enseñanza y la inteligencia.


Os alabo, hermanos, porque en todo os acordáis de mí, y retenéis las instrucciones tal como os las entregué.


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