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Zacarías 11:12 - Biblia Nueva Traducción Viviente

12 Así que les dije: «Si les parece bien, páguenme lo que consideren que merezco; pero solo si quieren». Entonces ellos valuaron mi pago en treinta piezas de plata.

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Biblia Reina Valera 1960

12 Y les dije: Si os parece bien, dadme mi salario; y si no, dejadlo. Y pesaron por mi salario treinta piezas de plata.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

12 Yo les dije: 'Si ustedes quieren, páguenme mi salario; si no, quédense con él. Y me dieron treinta monedas de plata.

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La Biblia Textual 3a Edicion

12 Y les dije: Si os parece bien,° dadme mi salario, y si no, dejadlo. Y pesaron por mi paga treinta piezas de plata.°

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

12 Yo les dije: 'Si os parece bien, dadme mi salario; y si no, dejadlo'. Ellos pesaron mi salario: treinta monedas de plata.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

12 Y les dije: Si os parece bien, dadme mi salario; y si no, dejadlo. Y pesaron por mi salario treinta piezas de plata.

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Zacarías 11:12
16 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

y preguntó: «¿Cuánto me pagarán por traicionar a Jesús?». Y ellos le dieron treinta piezas de plata.


Pero si el buey cornea a un esclavo, sea hombre o mujer, el dueño del animal pagará al dueño del esclavo treinta monedas de plata, y el buey morirá apedreado.


Entonces, cuando se acercaron los ismaelitas, que eran mercaderes madianitas, los hermanos de José lo sacaron de la cisterna y se lo vendieron por veinte monedas de plata. Y los mercaderes lo llevaron a Egipto.


Era la hora de cenar, y el diablo ya había incitado a Judas, hijo de Simón Iscariote, para que traicionara a Jesús.


Cierto día Acab le dijo a Nabot: —Ya que tu viñedo está tan cerca de mi palacio, me gustaría comprarlo para usarlo como huerta. A cambio te daré un viñedo mejor, o bien, si prefieres, te pagaré con dinero.


Esta propuesta para celebrar la Pascua les pareció bien al rey y a todo el pueblo.


Así se cumplió la profecía de Jeremías que dice: «Tomaron las treinta piezas de plata —el precio que el pueblo de Israel le puso a él—


y compraron el campo del alfarero, como indicó el Señor».


Abraham estuvo de acuerdo con el precio sugerido por Efrón y pagó la cantidad total: cuatrocientas monedas de plata, pesadas según la norma de los comerciantes; y los ancianos hititas presenciaron la transacción.


»En consecuencia, ordena, por favor, que se corten cedros del Líbano para mí. Permite que mis hombres trabajen junto a los tuyos, y yo pagaré a tus hombres el salario que tú pidas. Como bien sabes, ¡no hay nadie por aquí que sepa cortar la madera como ustedes, los sidonios!».


Así que compré el terreno en Anatot pagándole a Hanameel diecisiete piezas de plata.


»En ese día, yo los pondré a juicio. Estoy ansioso por dar testimonio contra todos los hechiceros, los adúlteros y los mentirosos. Declararé en contra de los que estafan a sus empleados con sus sueldos, de los que oprimen a viudas y huérfanos o privan de justicia a los extranjeros que viven entre ustedes, porque gente que hace estas cosas no me teme», dice el Señor de los Ejércitos Celestiales.


Una mujer de esa edad tendrá el valor de treinta siclos de plata.


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