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Zacarías 10:4 - Biblia Nueva Traducción Viviente

4 De Judá saldrá la piedra principal, la estaca de la carpa, el arco para la batalla y todos los gobernantes.

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Biblia Reina Valera 1960

4 De él saldrá la piedra angular, de él la clavija, de él el arco de guerra, de él también todo apremiador.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

4 El es el que dará el ejército, la lanza y el arco de guerra; El es el que dará todos los jefes.

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La Biblia Textual 3a Edicion

4 De ella saldrá la piedra angular, De ella saldrá la estaca,° De ella saldrá el arco guerrero, Y de ella saldrá todo caudillo.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

4 De él sale la piedra angular, de él la clavija de la tienda, de él el arco de combate, de él salen todos los caudillos. Todos juntos

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

4 De él saldrá la piedra angular, de él la clavija, de él el arco de guerra, y de él también todo opresor.

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Zacarías 10:4
29 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Quitaré los carros de guerra de Israel y los caballos de guerra de Jerusalén. Destruiré todas las armas usadas en la batalla, y tu rey traerá paz a las naciones. Su reino se extenderá de mar a mar y desde el río Éufrates hasta los confines de la tierra.


Guardaré mi templo y lo protegeré de ejércitos invasores. Estoy vigilando de cerca para asegurar que nunca más los opresores extranjeros invadan la tierra de mi pueblo.


Lo veo a él, pero no aquí ni ahora. Lo percibo, pero lejos, en un futuro distante. Una estrella se levantará de Jacob; un cetro surgirá de Israel. Aplastará la cabeza del pueblo de Moab, y partirá el cráneo de la gente de Set.


Irán juntos a la guerra contra el Cordero, pero el Cordero los derrotará porque él es el Señor de todos los señores y el Rey de todos los reyes. Y los que él ha llamado y elegido y le son fieles, estarán con él».


Ningún soldado se enreda en los asuntos de la vida civil, porque de ser así, no podría agradar al oficial que lo reclutó.


Así que oren al Señor que está a cargo de la cosecha; pídanle que envíe más obreros a sus campos».


Mira, hoy te he hecho fuerte, como ciudad fortificada que no se puede conquistar, como columna de hierro o pared de bronce. Te enfrentarás a toda esta tierra: a los reyes, a los funcionarios, a los sacerdotes y al pueblo de Judá.


»Yo he creado al herrero que aviva el fuego de los carbones bajo la fragua y hace las armas de destrucción. Y he creado a los ejércitos que destruyen.


Hizo que mis palabras de juicio fueran tan filosas como una espada. Me ha escondido bajo la sombra de su mano. Soy como una flecha afilada en su aljaba.


Los funcionarios de Zoán son unos necios, y los funcionarios de Menfis son engañados. Los líderes del pueblo hicieron descarriar a Egipto.


La piedra que los constructores rechazaron ahora se ha convertido en la piedra principal.


»Sin embargo, ahora se nos concedió un breve momento de gracia, porque el Señor nuestro Dios ha permitido que unos cuantos de nosotros sobreviviéramos como un remanente. Él nos ha dado seguridad en este lugar santo. Nuestro Dios nos ha iluminado los ojos y nos ha concedido un poco de alivio de nuestra esclavitud.


Entonces Saúl les dijo a los líderes: —¡Algo anda mal! Que vengan aquí todos los comandantes de mi ejército. Debemos descubrir qué pecado se ha cometido hoy.


Pero su arco permaneció tenso, y sus brazos fueron fortalecidos por las manos del Poderoso de Jacob, por el Pastor, la Roca de Israel.


Jesús los miró y les dijo: —Entonces, ¿a qué se refiere la siguiente Escritura: “La piedra que los constructores rechazaron ahora se ha convertido en la piedra principal” ?


Juntos constituimos su casa, la cual está edificada sobre el fundamento de los apóstoles y los profetas. Y la piedra principal es Cristo Jesús mismo.


Como dicen las Escrituras: «Pongo en Jerusalén una piedra principal, elegida para gran honra, y todo el que confíe en él jamás será avergonzado».


«Tú eres mi hacha de guerra y mi espada —dice el Señor—. Contigo destrozaré naciones y destruiré muchos reinos.


Por lo tanto, esto dice el Señor Soberano: «¡Miren! Pongo una piedra de cimiento en Jerusalén, una piedra sólida y probada. Es una preciosa piedra principal sobre la cual se puede construir con seguridad. El que crea jamás será sacudido.


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