Biblia Todo Logo
ព្រះគម្ពីរតាមអ៊ីនធឺណិត

- ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម -





Zacarías 1:8 - Biblia Nueva Traducción Viviente

8 En una visión durante la noche, vi a un hombre montado en un caballo rojo que estaba entre unos arrayanes en un pequeño valle. Detrás de él había jinetes en caballos rojos, marrones y blancos.

សូមមើលជំពូក ចម្លង


កំណែច្រើនទៀត

Biblia Reina Valera 1960

8 Vi de noche, y he aquí un varón que cabalgaba sobre un caballo alazán, el cual estaba entre los mirtos que había en la hondura; y detrás de él había caballos alazanes, overos y blancos.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Católica (Latinoamericana)

8 He tenido una visión esta noche: Había un hombre montado en un caballo rojo que estaba en medio de los arrayanes, de raíces muy profundas. Lo seguían caballos rojos, alazanes, negros y blancos. Yo entonces pregunté '¿Qué son éstos, Señor?'

សូមមើលជំពូក ចម្លង

La Biblia Textual 3a Edicion

8 Vi de noche, y he aquí un varón cabalgaba sobre un caballo bermejo, el cual estaba entre los mirtos de la hondonada, y detrás de él había caballos bermejos, alazanos y blancos.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Serafín de Ausejo 1975

8 he tenido una visión durante la noche: había un hombre, montado en un caballo alazán, entre los mirtos que hay en la hondonada. Detrás de él había caballos alazanes, castaños y blancos.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

8 Vi de noche, y he aquí un varón que cabalgaba sobre un caballo alazán, el cual estaba entre los mirtos que había en la hondura; y detrás de él había caballos alazanes, overos y blancos.

សូមមើលជំពូក ចម្លង




Zacarías 1:8
26 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Entonces apareció otro caballo, de color rojo. Al jinete se le dio una gran espada y la autoridad para quitar la paz de la tierra. Y hubo guerra y masacre por todas partes.


»Escribe esta carta al ángel de la iglesia de Éfeso. Este es el mensaje de aquel que tiene las siete estrellas en la mano derecha, del que camina en medio de los siete candelabros de oro:


»Despierta, oh espada, contra mi pastor, el hombre quien es mi compañero —dice el Señor de los Ejércitos Celestiales—. Mata al pastor, y las ovejas se dispersarán y me volveré contra los corderos.


Donde antes había espinos, crecerán cipreses; donde crecía la ortiga, brotarán mirtos. Estas cosas le darán gran honra al nombre del Señor; serán una señal perpetua de su poder y de su amor».


Plantaré árboles en el desierto árido: cedros, acacias, mirtos, olivos, cipreses, abetos y pinos.


Mientras continuó mi visión esa noche, vi a alguien parecido a un hijo de hombre descender con las nubes del cielo. Se acercó al Anciano y lo llevaron ante su presencia.


Esa noche, en mi visión, yo, Daniel, vi una tempestad que agitaba la superficie de un mar grande, con vientos fuertes soplando de todas direcciones.


Esa noche el misterio le fue revelado a Daniel en una visión. Entonces alabó al Dios del cielo


El Alto y Majestuoso que vive en la eternidad, el Santo, dice: «Yo vivo en el lugar alto y santo con los de espíritu arrepentido y humilde. Restauro el espíritu destrozado del humilde y reavivo el valor de los que tienen un corazón arrepentido.


Me llegó en una inquietante visión durante la noche, cuando la gente duerme profundamente.


Esa noche, el Señor se le apareció a Salomón en un sueño y Dios le dijo: —¿Qué es lo que quieres? ¡Pídeme, y yo te lo daré!


Cuando Josué estaba cerca de la ciudad de Jericó, miró hacia arriba y vio a un hombre parado frente a él con una espada en la mano. Josué se le acercó y le preguntó: —¿Eres amigo o enemigo?


Esa noche Dios se le apareció a Abimelec en un sueño y le dijo: —Eres hombre muerto, porque esa mujer que has tomado ¡ya está casada!


Mi amante ha bajado a su jardín, a sus lechos de especias, para pasear por los jardines y juntar los lirios.


Mi amado es mío, y yo soy suya. Él apacienta entre los lirios.


Levanté la vista y vi que había un caballo blanco, y su jinete llevaba un arco, y se le colocó una corona sobre la cabeza. Salió cabalgando para ganar muchas batallas y obtener la victoria.


Él había dicho que debía proclamarse al pueblo en todas sus ciudades y en Jerusalén, que fueran a las colinas a buscar ramas de olivo, olivo silvestre, mirto, palmeras y otros árboles frondosos. Con esas ramas debían construirse enramadas para que habitaran en ellas durante el festival, como está establecido en la ley.


Tres meses después, el 15 de febrero, el Señor envió otro mensaje al profeta Zacarías, hijo de Berequías, nieto de Iddo.


Entonces el jinete que estaba entre los arrayanes me explicó: «Son los que el Señor ha enviado a recorrer la tierra».


Entonces los otros jinetes le informaron al ángel del Señor, que se encontraba entre los arrayanes: «Hemos estado recorriendo la tierra y el mundo entero está en paz».


Durante la noche, Dios le habló en una visión. —¡Jacob! ¡Jacob! —lo llamó. —Aquí estoy —respondió Jacob.


y el Señor les habló: «Escuchen lo que voy a decir: »Si hubiera profetas entre ustedes, yo, el Señor, me revelaría en visiones; les hablaría en sueños.


តាម​ពួក​យើង:

ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម


ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម