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Sofonías 1:6 - Biblia Nueva Traducción Viviente

6 Destruiré a los que antes me adoraban pero ahora dejaron de hacerlo. Ya no piden el consejo del Señor ni buscan mis bendiciones».

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Biblia Reina Valera 1960

6 y a los que se apartan de en pos de Jehová, y a los que no buscaron a Jehová, ni le consultaron.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

6 a los que se separan de Yavé y dejan de seguirlo y no lo consultan.

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La Biblia Textual 3a Edicion

6 Y a quienes se apartan de en pos de YHVH, Y a los que no buscan a YHVH ni lo consultan.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

6 a los que se apartan de Yahveh, a los que no lo buscan ni van a su encuentro.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

6 y a los que vuelven atrás de en pos de Jehová; y a los que no buscaron a Jehová, ni preguntaron por Él.

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Sofonías 1:6
27 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Pues mi pueblo ha cometido dos maldades: me ha abandonado a mí —la fuente de agua viva— y ha cavado para sí cisternas rotas ¡que jamás pueden retener el agua!


¡Qué nación tan pecadora, pueblo cargado con el peso de su culpa! Está lleno de gente malvada, hijos corruptos que han rechazado al Señor. Han despreciado al Santo de Israel y le han dado la espalda.


Tú me has abandonado y me has dado la espalda —dice el Señor—. Por eso, levantaré mi puño para destruirte. Estoy cansado de darte siempre otra oportunidad.


Tú mismo te has buscado esta desgracia al rebelarte contra el Señor tu Dios, ¡aun cuando él te guiaba por el camino!


Pues mi pueblo está decidido a abandonarme. Aunque me llaman el Altísimo, no me honran de verdad.


Sin embargo, a pesar de esto, su infiel hermana Judá nunca ha vuelto a mí de corazón, solo fingió estar apenada. ¡Yo, el Señor, he hablado!».


Pues después de tanto castigo, el pueblo seguirá sin arrepentirse; no buscará al Señor de los Ejércitos Celestiales.


Entonces, ¿qué nos hace pensar que podemos escapar si descuidamos esta salvación tan grande, que primeramente fue anunciada por el mismo Señor Jesús y luego nos fue transmitida por quienes lo oyeron hablar?


»Si los justos se desvían de su conducta recta y no hacen caso a los obstáculos que pongo en su camino, morirán; y si tú no les adviertes, ellos morirán en sus pecados. No se recordará ninguno de sus actos de justicia y te haré responsable de la muerte de esas personas;


Pero expulsa a los que recurren a caminos torcidos, oh Señor; llévatelos junto con aquellos que hacen el mal. ¡Que Israel tenga paz!


Los malvados son demasiado orgullosos para buscar a Dios; parece que piensan que Dios está muerto.


«Lamento haber hecho a Saúl rey, porque no me ha sido leal y se ha negado a obedecer mi mandato». Al oírlo, Samuel se conmovió tanto que clamó al Señor durante toda la noche.


Como un horno ardiente, consumen a sus líderes. Matan a sus reyes uno tras otro, y nadie clama a mí en busca de ayuda.


Todo lo que dicen es retorcido y engañoso; se niegan a actuar con sabiduría o a hacer el bien.


Nadie es realmente sabio, nadie busca a Dios.


»Sin embargo, querida familia de Jacob, tú te niegas a pedirme ayuda. ¡Oh Israel, te has cansado de mí!


Derrama tu ira sobre las naciones que se niegan a reconocerte, sobre los pueblos que no invocan tu nombre. Pues han devorado a tu pueblo Israel; lo han devorado y consumido y han hecho de la tierra un desierto desolado.


Su arrogancia testifica en su contra, sin embargo, no se vuelven al Señor su Dios, ni siquiera tratan de encontrarlo.


»Pero si se apartan de él y se aferran a las costumbres de los sobrevivientes de esas naciones que aún quedan entre ustedes y se unen en matrimonio con ellos,


Pues he permanecido en los caminos del Señor; no me he apartado de mi Dios para seguir el mal.


Decidieron que todo el que se negara a buscar al Señor, Dios de Israel, sería ejecutado, fuera joven o anciano, hombre o mujer.


Los arameos desde el oriente y los filisteos desde el occidente sacarán sus colmillos y devorarán a Israel. Pero aun así no quedará satisfecho el enojo del Señor; su puño sigue preparado para dar el golpe.


Nadie puede decirle nada; rechaza toda corrección. No confía en el Señor ni se acerca a su Dios.


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