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Salmos 91:15 - Biblia Nueva Traducción Viviente

15 Cuando me llamen, yo les responderé; estaré con ellos en medio de las dificultades. Los rescataré y los honraré.

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Biblia Reina Valera 1960

15 Me invocará, y yo le responderé; Con él estaré yo en la angustia; Lo libraré y le glorificaré.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

15 Si me invoca, yo le responderé, y en la angustia estaré junto a él, lo salvaré, le rendiré honores.

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La Biblia Textual 3a Edicion

15 Me invocará y Yo le responderé, Con él estaré en la angustia, Lo libraré y lo glorificaré,

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

15 Él me invoca y yo lo atiendo, en la angustia estoy con él para librarle y ponerlo en dignidad.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

15 Me invocará, y yo le responderé; con él estaré yo en la angustia; lo libraré y lo honraré.

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Salmos 91:15
31 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

pídeme y te daré a conocer secretos sorprendentes que no conoces acerca de lo que está por venir.


Les responderé antes que me llamen. Cuando aún estén hablando de lo que necesiten, ¡me adelantaré y responderé a sus oraciones!


Luego llámame cuando tengas problemas, y yo te rescataré, y tú me darás la gloria».


Aunque estoy rodeado de dificultades, tú me protegerás del enojo de mis enemigos. Extiendes tu mano, y el poder de tu mano derecha me salva.


Todo el que quiera servirme debe seguirme, porque mis siervos tienen que estar donde yo estoy. El Padre honrará a todo el que me sirva.


»Por lo tanto, el Señor, Dios de Israel, dice: prometí que los de tu rama de la tribu de Leví me servirían siempre como sacerdotes. Sin embargo, honraré a los que me honran y despreciaré a los que me menosprecian.


Señor, tú conoces las esperanzas de los indefensos; ciertamente escucharás sus clamores y los consolarás.


No tengas miedo, porque yo estoy contigo; no te desalientes, porque yo soy tu Dios. Te daré fuerzas y te ayudaré; te sostendré con mi mano derecha victoriosa.


Mientras estuvo aquí en la tierra, Jesús ofreció oraciones y súplicas con gran clamor y lágrimas al que podía rescatarlo de la muerte. Y Dios oyó sus oraciones por la gran reverencia que Jesús le tenía.


Aun cuando yo pase por el valle más oscuro, no temeré, porque tú estás a mi lado. Tu vara y tu cayado me protegen y me confortan.


Por medio de Cristo, han llegado a confiar en Dios. Y han puesto su fe y su esperanza en Dios, porque él levantó a Cristo de los muertos y le dio una gloria inmensa.


Enseñen a los nuevos discípulos a obedecer todos los mandatos que les he dado. Y tengan por seguro esto: que estoy con ustedes siempre, hasta el fin de los tiempos».


Así, cuando venga el Gran Pastor, recibirán una corona de gloria y honor eternos.


Pero se acerca el tiempo —de hecho, ya ha llegado— cuando ustedes serán dispersados, cada uno se irá por su lado y me dejarán solo. Sin embargo, no estoy solo, porque el Padre está conmigo.


El Señor los ayuda; los rescata de los malvados. Él salva a los justos, y ellos encuentran refugio en él.


Ahora Cristo ha ido al cielo. Él está sentado en el lugar de honor, al lado de Dios, y todos los ángeles, las autoridades y los poderes aceptan su autoridad.


Pero el Señor estuvo a mi lado y me dio fuerzas, a fin de que yo pudiera predicar la Buena Noticia en toda su plenitud, para que todos los gentiles la oyeran. Y él me libró de una muerte segura.


Todos los que salgan vencedores se sentarán conmigo en mi trono, tal como yo salí vencedor y me senté con mi Padre en su trono.


Entonces cuando ustedes llamen, el Señor les responderá. “Sí, aquí estoy”, les contestará enseguida. »Levanten el pesado yugo de la opresión; dejen de señalar con el dedo y de esparcir rumores maliciosos.


porque amaban más la aprobación humana que la aprobación de Dios.


¡Con razón les cuesta creer! Pues a ustedes les encanta honrarse unos a otros, pero no les importa la honra que proviene del único que es Dios.


Sin embargo, mis amigos se ríen de mí porque clamo a Dios y espero una respuesta. Soy un hombre justo e intachable, sin embargo, se ríen de mí.


Luego, a tu orden, oh Señor, a la ráfaga de tu aliento, pudo verse el fondo del mar, y los cimientos de la tierra quedaron al descubierto.


Te rescatará de seis desastres; aun en el séptimo, te guardará del mal.


A este último grupo lo pasaré por el fuego y los haré puros. Los refinaré como se refina la plata y los purificaré como se purifica el oro. Invocarán mi nombre y yo les responderé. Les diré: “Este es mi pueblo”, y ellos dirán: “El Señor es nuestro Dios”».


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