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Salmos 81:10 - Biblia Nueva Traducción Viviente

10 Pues fui yo, el Señor tu Dios, quien te rescató de la tierra de Egipto. Abre bien tu boca, y la llenaré de cosas buenas.

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Biblia Reina Valera 1960

10 Yo soy Jehová tu Dios, Que te hice subir de la tierra de Egipto; Abre tu boca, y yo la llenaré.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

10 Yo soy Yavé, tu Dios, que te hice subir de la tierra de Egipto. Abre tu boca y te la llenaré'.

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La Biblia Textual 3a Edicion

10 Yo soy YHVH, tu Dios, El que te hizo subir de la tierra de Egipto; ¡Ensancha tu boca, y Yo la llenaré!

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

10 No habrá en medio de ti un dios extraño, ni ante dios extranjero te habrás de prosternar:

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

10 Yo soy Jehová tu Dios, que te hice subir de la tierra de Egipto: Abre bien tu boca, y la llenaré.

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Salmos 81:10
16 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Si ustedes permanecen en mí y mis palabras permanecen en ustedes, pueden pedir lo que quieran, ¡y les será concedido!


Pues él satisface al sediento y al hambriento lo llena de cosas buenas.


«Yo soy el Señor tu Dios, quien te rescató de la tierra de Egipto, donde eras esclavo.


El último día del festival, el más importante, Jesús se puso de pie y gritó a la multitud: «¡Todo el que tenga sed puede venir a mí!


También dijo: «¡Todo ha terminado! Yo soy el Alfa y la Omega, el Principio y el Fin. A todo el que tenga sed, yo le daré a beber gratuitamente de los manantiales del agua de la vida.


El Espíritu y la esposa dicen: «Ven». Que todos los que oyen esto, digan: «Ven». Todos los que tengan sed, vengan. Todo aquel que quiera, beba gratuitamente del agua de la vida.


Ese día, no necesitarán pedirme nada. Les digo la verdad, le pedirán directamente al Padre, y él les concederá la petición, porque piden en mi nombre.


Pues cuando los saqué de ese horno de fundir hierro que es Egipto, les dije a sus antepasados: “Si me obedecen y hacen todo lo que les mando, serán mi pueblo y yo seré su Dios”.


»No tengas ningún otro dios aparte de mí.


»No tengas ningún otro dios aparte de mí.


»Por lo tanto, teme al Señor y sírvelo con todo el corazón. Echa fuera para siempre los ídolos que tus antepasados adoraron cuando vivían del otro lado del río Éufrates y en Egipto. Sirve únicamente al Señor.


—Muy bien —dijo Josué—, entonces destruyan los ídolos que tienen entre ustedes y entréguenle el corazón al Señor, Dios de Israel.


Pero es demasiado tarde. Los israelitas rechazaron lo bueno, y ahora sus enemigos los perseguirán.


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