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Salmos 8:1 - Biblia Nueva Traducción Viviente

1 Oh Señor, Señor nuestro, ¡tu majestuoso nombre llena la tierra! Tu gloria es más alta que los cielos.

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Biblia Reina Valera 1960

1 ¡Oh Jehová, Señor nuestro, Cuán glorioso es tu nombre en toda la tierra! Has puesto tu gloria sobre los cielos;

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Biblia Católica (Latinoamericana)

1 ¡Oh Señor, nuestro Dios, qué grande es tu nombre en toda la tierra! Y tu gloria por encima de los cielos.

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La Biblia Textual 3a Edicion

1 Al director del coro, sobre guittit.° Salmo de David. ¡Oh YHVH, Señor nuestro, Cuán glorioso es tu Nombre en toda la tierra! Has puesto tu majestad sobre los cielos.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

1 Del director; con la lira de Gat. Salmo. De David.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

1 Al Músico principal: sobre Gitit: Salmo de David Oh Jehová, Señor nuestro, ¡Cuán grande es tu nombre en toda la tierra, que has puesto tu gloria sobre los cielos!

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Salmos 8:1
27 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Oh Señor, Señor nuestro, ¡tu majestuoso nombre llena la tierra!


Que todos alaben el nombre del Señor, porque su nombre es muy grande; ¡su gloria está por encima de la tierra y el cielo!


¡Exaltado seas, oh Dios, por encima de los cielos más altos! Que tu gloria brille sobre toda la tierra.


»Oh Señor, entre los dioses, ¿quién es como tú: glorioso en santidad, imponente en esplendor, autor de grandes maravillas?


»¡Veo a Dios cruzando el desierto de Edom; el Santo viene desde el monte Parán! Su brillante esplendor llena los cielos, y la tierra se llena de su alabanza.


Te exaltaré, mi Dios y Rey, y alabaré tu nombre por siempre y para siempre.


Él es la clase de sumo sacerdote que necesitamos, porque es santo y no tiene culpa ni mancha de pecado. Él ha sido apartado de los pecadores y se le ha dado el lugar de más alto honor en el cielo.


Oh Señor, Dios nuestro, otros nos han gobernado, pero tú eres el único a quien adoramos.


Entonces volví a oír algo que parecía el grito de una inmensa multitud o el rugido de enormes olas del mar o el estruendo de un potente trueno, que decían: «¡Alabado sea el Señor! Pues el Señor nuestro Dios, el Todopoderoso, reina.


Entonen alabanzas a Dios, nuestra fuerza; canten al Dios de Jacob.


Tu amor inagotable, oh Señor, es tan inmenso como los cielos; tu fidelidad sobrepasa las nubes.


»Si te niegas a obedecer todas las palabras de instrucción que están escritas en este libro y no temes el nombre glorioso e imponente del Señor tu Dios,


Así es, todo lo demás no vale nada cuando se le compara con el infinito valor de conocer a Cristo Jesús, mi Señor. Por amor a él, he desechado todo lo demás y lo considero basura a fin de ganar a Cristo


¡Qué bella es tu morada, oh Señor de los Ejércitos Celestiales!


¡Canten alabanzas a Dios y a su nombre! Canten alabanzas en alta voz al que cabalga sobre las nubes. Su nombre es el Señor; ¡alégrense en su presencia!


Oh Dios, tú eres mi Dios; de todo corazón te busco. Mi alma tiene sed de ti; todo mi cuerpo te anhela en esta tierra reseca y agotada donde no hay agua.


»¿Pero es realmente posible que Dios habite en la tierra? Ni siquiera los cielos más altos pueden contenerte, ¡mucho menos este templo que he construido!


Y el que descendió es el mismo que ascendió por encima de todos los cielos, a fin de llenar la totalidad del universo con su presencia.


Su boca es la dulzura misma; él es deseable en todo sentido. Así es mi amante, mi amigo, oh mujeres de Jerusalén.


—¡Mi Señor y mi Dios! —exclamó Tomás.


Si David llamó al Mesías “mi Señor”, ¿cómo es posible que el Mesías sea su hijo?


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