Biblia Todo Logo
ព្រះគម្ពីរតាមអ៊ីនធឺណិត

- ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម -





Salmos 78:35 - Biblia Nueva Traducción Viviente

35 Entonces recordaron que Dios era su roca, que el Dios Altísimo era su redentor.

សូមមើលជំពូក ចម្លង


កំណែច្រើនទៀត

Biblia Reina Valera 1960

35 Y se acordaban de que Dios era su refugio, Y el Dios Altísimo su redentor.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Católica (Latinoamericana)

35 se acordaban que Dios era su Roca y el Dios altísimo, su redentor.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

La Biblia Textual 3a Edicion

35 Se acordaban que ’Elohim era su Roca, ’El-’Elyón su Redentor.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Serafín de Ausejo 1975

35 recordando que Dios era su roca y el Altísimo, su liberador.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

35 Y se acordaban que Dios era su Roca; y el Dios Altísimo su Redentor.

សូមមើលជំពូក ចម្លង




Salmos 78:35
19 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Él es la Roca; sus obras son perfectas. Todo lo que hace es justo e imparcial. Él es Dios fiel; nunca actúa mal. ¡Qué justo y recto es él!


Aunque seas un humilde gusano, oh Jacob, no tengas miedo, pueblo de Israel, porque yo te ayudaré. Yo soy el Señor, tu Redentor. Yo soy el Santo de Israel”.


»Con tu amor inagotable guías al pueblo que redimiste. Con tu poder los guías a tu hogar sagrado.


Él dio su vida para liberarnos de toda clase de pecado, para limpiarnos y para hacernos su pueblo, totalmente comprometidos a hacer buenas acciones.


»Pero Israel pronto engordó y se volvió rebelde; ¡el pueblo aumentó de peso, se puso gordo y relleno! Entonces abandonó a Dios, quien lo había creado; se burló de la Roca de su salvación.


Más bien, fue sencillamente porque el Señor te ama y estaba cumpliendo el juramento que les había hecho a tus antepasados. Por eso te rescató con mano poderosa de la esclavitud y de la mano opresiva del faraón, rey de Egipto.


Esto dice el Señor, tu Redentor, el Santo de Israel: «Yo soy el Señor tu Dios, que te enseña lo que te conviene y te guía por las sendas que debes seguir.


Esto dice el Señor, el Rey y Redentor de Israel, el Señor de los Ejércitos Celestiales: «Yo soy el Primero y el Último; no hay otro Dios.


Se olvidaron de Dios, su salvador, quien había realizado tantas grandezas en Egipto:


Sin embargo, ¡qué pronto olvidaron lo que él había hecho! ¡No quisieron esperar su consejo!


No se acordaron de su poder ni de cómo los rescató de sus enemigos.


Se olvidaron de lo que él había hecho, de las grandes maravillas que les había mostrado,


De modo que cada generación volviera a poner su esperanza en Dios y no olvidara sus gloriosos milagros, sino que obedeciera sus mandamientos.


Recuerda que somos el pueblo que elegiste hace tanto tiempo, ¡la tribu a la cual redimiste como tu posesión más preciada! Y acuérdate de Jerusalén, tu hogar aquí en la tierra.


¡Recuerda que una vez tú fuiste esclavo en la tierra de Egipto y que el Señor tu Dios te liberó! Por esa razón, te doy este mandato.


Oré al Señor y dije: “Oh Señor Soberano, no los destruyas; son tu propio pueblo. Son tu posesión más preciada, los que redimiste de Egipto con tu gran poder y tu mano fuerte.


»Por lo tanto, dile al pueblo de Israel: “Yo soy el Señor. Te libertaré de la opresión que sufres y te rescataré de tu esclavitud en Egipto. Te redimiré con mi brazo poderoso y con grandes actos de juicio.


តាម​ពួក​យើង:

ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម


ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម