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Salmos 7:4 - Biblia Nueva Traducción Viviente

4 si he traicionado a un amigo o he saqueado a mi adversario sin razón,

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Biblia Reina Valera 1960

4 Si he dado mal pago al que estaba en paz conmigo (Antes he libertado al que sin causa era mi enemigo),

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Biblia Católica (Latinoamericana)

4 si he devuelto mal por bien, o despojado sin razón a mi contrario,

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La Biblia Textual 3a Edicion

4 Si pagué con mal al que estaba en paz conmigo, (Antes, liberté al que sin causa era mi adversario),

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

4 Señor, mi Dios, si hice tal cosa, si hay agravio en mis manos,

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

4 si pagué mal al que estaba en paz conmigo (Hasta he librado al que sin causa era mi enemigo),

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Salmos 7:4
20 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

En cuanto a mi compañero, él traicionó a sus amigos; no cumplió sus promesas.


Entonces David contuvo a sus hombres y no les permitió que mataran a Saúl. Después de que Saúl saliera de la cueva para seguir su camino,


El fuego prueba la pureza del oro y de la plata, pero el Señor prueba el corazón.


Me devuelven mal por bien y odio a cambio de mi amor.


Ahora que el Señor valore mi vida, así como hoy yo he valorado la suya. Que él me rescate de todas mis dificultades.


—Pero señor —respondió Ahimelec—, ¿hay alguien entre todos sus siervos que sea tan fiel como su yerno David? ¡Él es el capitán de su escolta y un miembro altamente honrado de su casa!


En ese momento David huyó de Naiot de Ramá y encontró a Jonatán. —¿Qué he hecho? —exclamó—. ¿Cuál es mi delito? ¿Cómo ofendí a tu padre para que esté tan decidido a matarme?


Cuando habían recorrido solo una corta distancia y apenas habían llegado a las afueras de la ciudad, José le dijo al administrador del palacio: «Sal tras ellos y detenlos; y cuando los alcances, pregúntales: “¿Por qué han pagado mi bondad con semejante malicia?


Entonces Saúl confesó: —He pecado. Hijo mío, vuelve a casa, y ya no trataré de hacerte daño, porque hoy has valorado mi vida. He sido un tonto, y he estado muy, pero muy equivocado.


Si usted encuentra la copa en poder de uno de nosotros, que muera el hombre que la tenga. Y el resto de nosotros, mi señor, seremos sus esclavos.


El Señor te está pagando por todo el derramamiento de sangre en el clan de Saúl. Le robaste el trono, y ahora el Señor se lo ha dado a tu hijo Absalón. Al fin te van a pagar con la misma moneda, ¡porque eres un asesino!


Si me he desviado de su camino, o si mi corazón ha codiciado lo que vieron mis ojos o si soy culpable de cualquier otro pecado,


entonces, ¡que se disloque mi hombro! ¡Que mi brazo se descoyunte!


pero Pablo le gritó: «¡Detente! ¡No te mates! ¡Estamos todos aquí!».


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