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Salmos 50:15 - Biblia Nueva Traducción Viviente

15 Luego llámame cuando tengas problemas, y yo te rescataré, y tú me darás la gloria».

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Biblia Reina Valera 1960

15 E invócame en el día de la angustia; Te libraré, y tú me honrarás.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

15 invócame en el día de la angustia, te libraré y tú me darás gloria.

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La Biblia Textual 3a Edicion

15 Invócame entonces en el día de angustia, Yo te libraré, y tú me honrarás.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

15 Invócame en el día de la angustia: te libraré y tú me darás gloria.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

15 Invócame en el día de la angustia; y te libraré, y tú me honrarás.

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Salmos 50:15
32 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

«¡Socorro, Señor!», clamaron en medio de su dificultad, y él los salvó de su aflicción.


Cuando me llamen, yo les responderé; estaré con ellos en medio de las dificultades. Los rescataré y los honraré.


«¡Socorro, Señor!», clamaron en medio de su dificultad, y él los salvó de su aflicción.


A este último grupo lo pasaré por el fuego y los haré puros. Los refinaré como se refina la plata y los purificaré como se purifica el oro. Invocarán mi nombre y yo les responderé. Les diré: “Este es mi pueblo”, y ellos dirán: “El Señor es nuestro Dios”».


Clamaste a mí cuando estabas en apuros, y yo te salvé; respondí desde el nubarrón y puse a prueba tu fe cuando no había agua en Meriba. Interludio


¿Alguno de ustedes está pasando por dificultades? Que ore. ¿Alguno está feliz? Que cante alabanzas.


Oró con más fervor, y estaba en tal agonía de espíritu que su sudor caía a tierra como grandes gotas de sangre.


Orarás a él, y te escuchará, y cumplirás los votos que le hiciste.


Alrededor de la medianoche, Pablo y Silas estaban orando y cantando himnos a Dios, y los demás prisioneros escuchaban.


De la misma manera, dejen que sus buenas acciones brillen a la vista de todos, para que todos alaben a su Padre celestial.


Cuando producen mucho fruto, demuestran que son mis verdaderos discípulos. Eso le da mucha gloria a mi Padre.


Cuando estaba en graves dificultades, busqué al Señor. Toda la noche oré con las manos levantadas hacia el cielo, pero mi alma no encontró consuelo.


¡Alaben al Señor, todos los que le temen! ¡Hónrenlo, descendientes de Jacob! ¡Muéstrenle reverencia, descendientes de Israel!


Si los insultan porque llevan el nombre de Cristo, serán bendecidos, porque el glorioso Espíritu de Dios reposa sobre ustedes.


Pero el dar gracias es un sacrificio que verdaderamente me honra; si permanecen en mi camino, les daré a conocer la salvación de Dios».


¿Has recibido el don de hablar en público? Entonces, habla como si Dios mismo estuviera hablando por medio de ti. ¿Has recibido el don de ayudar a otros? Ayúdalos con toda la fuerza y la energía que Dios te da. Así, cada cosa que hagan traerá gloria a Dios por medio de Jesucristo. ¡A él sea toda la gloria y todo el poder por siempre y para siempre! Amén.


Entonces Dios hizo que brotara agua a chorros de un hoyo en el suelo de Lehi, y Sansón se reanimó al beber. Luego llamó a ese lugar «Manantial del que Clamó», el cual todavía se encuentra en Lehi hasta el día de hoy.


Cuando Ezequías oyó el mensaje, volvió su rostro hacia la pared y oró al Señor:


Ellos dijeron: “Cuando enfrentemos cualquier calamidad, ya sea guerra, plagas o hambre, podremos venir a este lugar para estar en tu presencia ante este templo donde se honra tu nombre. Podremos clamar a ti para que nos salves y tú nos oirás y nos rescatarás”.


¿Hasta cuándo, señores, arruinarán mi reputación? ¿Hasta cuándo harán acusaciones infundadas contra mí? ¿Hasta cuándo seguirán con sus mentiras? Interludio


Los que buscan su ayuda estarán radiantes de alegría; ninguna sombra de vergüenza les oscurecerá el rostro.


Pues el ángel del Señor es un guardián; rodea y defiende a todos los que le temen.


Pienso en Dios y gimo, abrumado de tanto anhelar su ayuda. Interludio


¡Oh Señor, eres tan bueno; estás tan dispuesto a perdonar, tan lleno de amor inagotable para los que piden tu ayuda!


A ti clamaré cada vez que esté en apuros, y tú me responderás.


Llevé mis problemas al Señor; clamé a él, y respondió a mi oración.


pero te libraré de aquellos a quienes tanto temes.


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