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Salmos 49:15 - Biblia Nueva Traducción Viviente

15 Pero en mi caso, Dios redimirá mi vida; me arrebatará del poder de la tumba. Interludio

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Biblia Reina Valera 1960

15 Pero Dios redimirá mi vida del poder del Seol, Porque él me tomará consigo. Selah

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Biblia Católica (Latinoamericana)

15 Pero a mí Dios me rescatará, y me sacará de las garras de la muerte.

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La Biblia Textual 3a Edicion

15 Pero ’Elohim redimirá mi alma del poder° del Seol, Porque me llevará consigo. Selah

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

15 Como un hato de ovejas se encauzan al seol, su pastor es la muerte: allá bajan, directos, a la fosa. El seol será la roca donde pasen sus días alejados de sus altas residencias.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

15 Pero Dios redimirá mi alma del poder de la sepultura, porque Él me recibirá. (Selah)

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Salmos 49:15
13 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Me guías con tu consejo y me conduces a un destino glorioso.


Pues me rescataste de la muerte; no dejaste que mis pies resbalaran. Así que ahora puedo caminar en tu presencia, oh Dios, en tu luz que da vida.


porque muy grande es tu amor por mí. Me has rescatado de las profundidades de la muerte.


Nadie puede vivir para siempre; todos morirán. Nadie puede escapar del poder de la tumba. Interludio


»¿Debo rescatarlos de la tumba? ¿Debo redimirlos de la muerte? ¡Oh muerte, haz salir tus horrores! ¡Tumba, desata tus plagas! Ya no les tendré compasión.


Y cantaban un nuevo canto con las siguientes palabras: «Tú eres digno de tomar el rollo y de romper los sellos y abrirlo. Pues tú fuiste sacrificado y tu sangre pagó el rescate para Dios de gente de todo pueblo, tribu, lengua y nación.


andando en íntima comunión con Dios. Y un día desapareció, porque Dios se lo llevó.


Mientras lo apedreaban, Esteban oró: «Señor Jesús, recibe mi espíritu».


Cuando todo esté listo, volveré para llevarlos, para que siempre estén conmigo donde yo estoy.


Después Jesús gritó: «Padre, ¡encomiendo mi espíritu en tus manos!». Y con esas palabras dio su último suspiro.


Encomiendo mi espíritu en tu mano; rescátame, Señor, porque tú eres un Dios fiel.


Y oí una voz del cielo que decía: «Escribe lo siguiente: benditos son los que de ahora en adelante mueran en el Señor. El Espíritu dice: “Sí, ellos son en verdad benditos, porque descansarán de su arduo trabajo, ¡pues sus buenas acciones los siguen!”».


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