Biblia Todo Logo
ព្រះគម្ពីរតាមអ៊ីនធឺណិត

- ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម -





Salmos 46:4 - Biblia Nueva Traducción Viviente

4 Un río trae gozo a la ciudad de nuestro Dios, el hogar sagrado del Altísimo.

សូមមើលជំពូក ចម្លង


កំណែច្រើនទៀត

Biblia Reina Valera 1960

4 Del río sus corrientes alegran la ciudad de Dios, El santuario de las moradas del Altísimo.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Católica (Latinoamericana)

4 Un río, sus brazos regocijan a la ciudad de Dios, santifica las moradas del Altísimo.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

La Biblia Textual 3a Edicion

4 Hay un río cuyas corrientes alegran la ciudad de Dios, El Santuario, la morada de ’Elyón.°

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Serafín de Ausejo 1975

4 si sus aguas braman, espumosas, y trepidan los montes ante su soberbia.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

4 Hay un río cuyas corrientes alegrarán la ciudad de Dios, el lugar santo de los tabernáculos del Altísimo.

សូមមើលជំពូក ចម្លង




Salmos 46:4
24 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Oh ciudad de Dios, ¡qué cosas gloriosas se dicen de ti! Interludio


Habíamos oído de la gloria de la ciudad, pero ahora la hemos visto en persona, la ciudad del Señor de los Ejércitos Celestiales. Es la ciudad de nuestro Dios; él hará que sea segura para siempre. Interludio


En verdes prados me deja descansar; me conduce junto a arroyos tranquilos.


Los descendientes de los que te atormentaron vendrán a inclinarse ante ti. Los que te despreciaron te besarán los pies. Te llamarán la Ciudad del Señor, y Sion del Santo de Israel.


Cuidas la tierra y la riegas; la enriqueces y la haces fértil. El río de Dios tiene agua en abundancia; proporciona una exuberante cosecha de grano, porque así ordenaste que fuera.


pero ahora he elegido a Jerusalén como el lugar para que mi nombre sea honrado, y he elegido a David para que sea rey de mi pueblo Israel”».


¡Ah, si solo hubieras hecho caso a mis mandatos! Entonces habrías tenido una paz que correría como un río manso y una justicia que pasaría sobre ti como las olas del mar.


Así que me llevó en el Espíritu a una montaña grande y alta, y me mostró la ciudad santa, Jerusalén, que descendía del cielo, desde la presencia de Dios.


¿Qué podemos presentar al Señor? ¿Debemos traerle ofrendas quemadas? ¿Debemos inclinarnos ante el Dios Altísimo con ofrendas de becerros de solo un año?


Es bueno dar gracias al Señor, cantar alabanzas al Altísimo.


Los que viven al amparo del Altísimo encontrarán descanso a la sombra del Todopoderoso.


¡Qué grande es el Señor, cuán digno de alabanza en la ciudad de nuestro Dios, situada sobre su monte santo!


Envía tu luz y tu verdad, que ellas me guíen. Que me lleven a tu monte santo, al lugar donde vives.


En cambio, ustedes han llegado al monte Sion, a la ciudad del Dios viviente, a la Jerusalén celestial, y a incontables miles de ángeles que se han reunido llenos de gozo.


No te sorprendas si ves que un poderoso oprime a un pobre o que no se hace justicia en toda la tierra. Pues todo funcionario está bajo las órdenes de otro superior a él, y la justicia se pierde entre trámites y burocracia.


Tú, oh Señor, para siempre serás exaltado.


Las aguas crecieron, oh Señor. Los diluvios han rugido como truenos; las inundaciones elevaron sus impetuosas olas.


តាម​ពួក​យើង:

ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម


ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម