Salmos 45:10 - Biblia Nueva Traducción Viviente

¹⁰ Escúchame, oh hija de la realeza; toma en serio lo que te digo: olvídate de tu pueblo y de tu familia, que están lejos.

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Biblia Reina Valera 1960

¹⁰ Oye, hija, y mira, e inclina tu oído; Olvida tu pueblo, y la casa de tu padre;

Biblia Católica (Latinoamericana)

¹⁰ Ahora tú, hija, atiéndeme y escucha: olvida a tu pueblo y la casa de tu padre,

La Biblia Textual 3a Edicion

¹⁰ Oye, hija, y mira, y aplica tu oído, Olvida tu pueblo y la casa de tu padre,

Biblia Serafín de Ausejo 1975

¹⁰ Hijas tienes de reyes entre tus favoritas, y a tu diestra en pie la reina, con oro de Ofir ataviada.

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

¹⁰ Oye, hija, y mira, e inclina tu oído; y olvida a tu pueblo, y a la casa de tu padre;

Salmos 45:10 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា

Génesis 12:1

El Señor le había dicho a Abram: «Deja tu patria y a tus parientes y a la familia de tu padre, y vete a la tierra que yo te mostraré.

Mateo 19:29

Y todo el que haya dejado casas o hermanos o hermanas o padre o madre o hijos o bienes por mi causa recibirá cien veces más a cambio y heredará la vida eterna.

Mateo 10:37

»Si amas a tu padre o a tu madre más que a mí, no eres digno de ser mío; si amas a tu hijo o a tu hija más que a mí, no eres digno de ser mío.

2 Corintios 6:17

Por lo tanto, salgan de entre los incrédulos y apártense de ellos, dice el Señor. No toquen sus cosas inmundas, y yo los recibiré a ustedes.

Deuteronomio 21:13

y cambiarse la ropa que llevaba puesta cuando la tomaron prisionera. Ella se quedará en tu casa, pero deberás permitirle hacer duelo por su padre y su madre durante todo un mes. Después de ese tiempo, podrán unirse, y tú serás su marido y ella será tu esposa.

2 Corintios 5:16

Así que hemos dejado de evaluar a otros desde el punto de vista humano. En un tiempo, pensábamos de Cristo solo desde un punto de vista humano. ¡Qué tan diferente lo conocemos ahora!

Lucas 14:26

«Si quieres ser mi discípulo, debes aborrecer a los demás —a tu padre y madre, esposa e hijos, hermanos y hermanas— sí, hasta tu propia vida. De lo contrario, no puedes ser mi discípulo.

Deuteronomio 33:9

Los levitas obedecieron tu palabra y cumplieron tu pacto. Fueron más leales a ti que a sus propios padres. Ignoraron a sus parientes y no reconocieron a sus propios hijos.

Génesis 2:24

Esto explica por qué el hombre deja a su padre y a su madre, y se une a su esposa, y los dos se convierten en uno solo.

Números 10:30

—No, no iré —respondió Hobab—. Debo regresar a mi propia tierra y a mi familia.

1 Reyes 9:28

Navegaron hasta Ofir y regresaron con unas catorce toneladas de oro, que entregaron a Salomón.