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Salmos 33:17 - Biblia Nueva Traducción Viviente

17 No confíes en tu caballo de guerra para obtener la victoria; por mucha fuerza que tenga, no te puede salvar.

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Biblia Reina Valera 1960

17 Vano para salvarse es el caballo; La grandeza de su fuerza a nadie podrá librar.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

17 No es verdad que un caballo sirva para triunfar, no salvará al jinete ni con todo su brío.

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La Biblia Textual 3a Edicion

17 Vano es el caballo para la victoria, Ni su gran fuerza permitirá escapar.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

17 Engaño es el caballo como auxilio: con su mucho vigor, no pone en salvo.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

17 Vano es el caballo para salvarse, y no librará a nadie por la grandeza de su fuerza.

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Salmos 33:17
12 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

El caballo se prepara para el día de la batalla, pero la victoria pertenece al Señor.


Algunas naciones se jactan de sus caballos y sus carros de guerra, pero nosotros nos jactamos en el nombre del Señor nuestro Dios.


No se complace en la fuerza del caballo ni en el poder del ser humano.


Asiria no puede salvarnos, ni nuestros caballos de guerra. Nunca más diremos a ídolos que hemos hecho: “Ustedes son nuestros dioses”. No, solamente en ti los huérfanos encuentran misericordia».


“No —dijeron ustedes—, nuestra ayuda vendrá de Egipto; ellos nos darán caballos veloces para entrar en batalla”. Sin embargo, la única velocidad que verán ¡será la de sus enemigos dándoles caza!


Observé algo más bajo el sol. El corredor más veloz no siempre gana la carrera y el guerrero más fuerte no siempre gana la batalla. Los sabios a veces pasan hambre, los habilidosos no necesariamente son ricos, y los bien instruidos no siempre tienen éxito en la vida. Todo depende de la suerte, de estar en el lugar correcto en el momento oportuno.


Cuando Barac atacó, el Señor llenó de pánico a Sísara y a todos sus carros de guerra y a sus guerreros. Sísara saltó de su carro de guerra y escapó a pie.


»Cuando salgas a luchar contra tus enemigos y te enfrentes con caballos y carros de guerra y con un ejército más numeroso que el tuyo, no tengas miedo. ¡El Señor tu Dios, quien te sacó de la tierra de Egipto, está contigo!


Esas naciones se derrumbarán y caerán, pero nosotros nos levantaremos y estaremos firmes.


¡Qué aflicción les espera a los que buscan ayuda en Egipto, al confiar en sus caballos, en sus carros de guerra y en sus conductores; y al depender de la fuerza de ejércitos humanos en lugar de buscar ayuda en el Señor, el Santo de Israel!


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