Salmos 32:3 - Biblia Nueva Traducción Viviente

³ Mientras me negué a confesar mi pecado, mi cuerpo se consumió, y gemía todo el día.

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Biblia Reina Valera 1960

³ Mientras callé, se envejecieron mis huesos En mi gemir todo el día.

Biblia Católica (Latinoamericana)

³ Hasta que no lo confesaba, se consumían mis huesos, gimiendo todo el día.

La Biblia Textual 3a Edicion

³ Mientras callé, se consumieron mis huesos, En mi gemir todo el día.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

³ Mientras quise callar, mis huesos se gastaban en llanto todo el día;

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

³ Mientras callé, se envejecieron mis huesos en mi gemir todo el día.

Salmos 32:3 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា

Salmos 38:8

Estoy agotado y totalmente destrozado; mis gemidos salen de un corazón angustiado.

Salmos 38:3

Debido a tu enojo, todo mi cuerpo está enfermo; mi salud está arruinada a causa de mis pecados.

Lamentaciones 3:8

Y a pesar de que lloro y grito, cerró sus oídos a mis oraciones.

Salmos 22:1

Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado? ¿Por qué estás tan lejos cuando gimo por ayuda?

Oseas 7:14

En lugar de invocarme con corazón sincero, se quedan sentados en sus sillones y se lamentan. Se hacen cortaduras en el cuerpo y suplican grano y vino nuevo a dioses ajenos y se alejan de mí.

Proverbios 28:13

Los que encubren sus pecados no prosperarán, pero si los confiesan y los abandonan, recibirán misericordia.

Job 30:30

Mi piel se ha oscurecido, y mis huesos arden de fiebre.

Salmos 51:8

Devuélveme la alegría; deja que me goce ahora que me has quebrantado.

Lamentaciones 3:4

Hizo que mi piel y mi carne envejecieran; quebró mis huesos.

Lamentaciones 1:3

Judá fue llevada al cautiverio, oprimida por la cruel esclavitud. Vive entre naciones extranjeras y no tiene lugar donde descansar. Sus enemigos la persiguieron y la alcanzaron y ya no tiene a quien recurrir.

Isaías 59:11

Gruñimos como osos hambrientos; gemimos como el arrullo lastimero de las palomas. Buscamos la justicia, pero nunca llega; buscamos el rescate, pero está muy lejos de nosotros.

Isaías 51:20

Pues tus hijos se han desmayado y yacen en las calles, tan indefensos como antílopes atrapados en una red. El Señor ha derramado su furia; Dios los ha reprendido.

Salmos 6:2

Ten compasión de mí, Señor, porque soy débil; sáname, Señor, porque mis huesos agonizan.

Job 30:17

De noche, mis huesos se llenan de dolor que me atormenta incesantemente.

Job 3:24

No puedo comer a causa de mis suspiros; mis gemidos se derraman como el agua.

2 Samuel 11:27

Una vez cumplido el período de luto, David mandó que la trajeran al palacio, y ella pasó a ser una de sus esposas. Luego dio a luz un hijo. Pero el Señor estaba disgustado con lo que David había hecho.

Isaías 57:17

Estaba enojado, así que castigué a este pueblo tan avaro. Me aparté de ellos, pero continuaron por su propio terco camino.

1 Samuel 31:13

Luego tomaron los huesos y los enterraron debajo del árbol de tamarisco en Jabes y ayunaron por siete días.

Proverbios 17:22

El corazón alegre es una buena medicina, pero el espíritu quebrantado consume las fuerzas.