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Salmos 31:5 - Biblia Nueva Traducción Viviente

5 Encomiendo mi espíritu en tu mano; rescátame, Señor, porque tú eres un Dios fiel.

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Biblia Reina Valera 1960

5 En tu mano encomiendo mi espíritu; Tú me has redimido, oh Jehová, Dios de verdad.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

5 En tus manos encomiendo mi espíritu, y tú, Señor, Dios fiel, me librarás.

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La Biblia Textual 3a Edicion

5 En tus manos encomiendo mi espíritu,° Tú, oh YHVH, Dios de verdad, me has redimido.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

5 hazme salir de esta red que ellos me tienden, pues tú eres mi refugio.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

5 En tu mano encomiendo mi espíritu: Tú me has redimido, oh Jehová, Dios de verdad.

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Salmos 31:5
15 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Después Jesús gritó: «Padre, ¡encomiendo mi espíritu en tus manos!». Y con esas palabras dio su último suspiro.


Mientras lo apedreaban, Esteban oró: «Señor Jesús, recibe mi espíritu».


Él es la Roca; sus obras son perfectas. Todo lo que hace es justo e imparcial. Él es Dios fiel; nunca actúa mal. ¡Qué justo y recto es él!


Gritaré de alegría y cantaré tus alabanzas, porque me redimiste.


Y cantaban un nuevo canto con las siguientes palabras: «Tú eres digno de tomar el rollo y de romper los sellos y abrirlo. Pues tú fuiste sacrificado y tu sangre pagó el rescate para Dios de gente de todo pueblo, tribu, lengua y nación.


Así que Dios ha hecho ambas cosas: la promesa y el juramento. Estas dos cosas no pueden cambiar, porque es imposible que Dios mienta. Por lo tanto, los que hemos acudido a él en busca de refugio podemos estar bien confiados aferrándonos a la esperanza que está delante de nosotros.


Él dio su vida para liberarnos de toda clase de pecado, para limpiarnos y para hacernos su pueblo, totalmente comprometidos a hacer buenas acciones.


Esta verdad les da la confianza de que tienen la vida eterna, la cual Dios —quien no miente— les prometió antes de que comenzara el mundo.


Por eso estoy sufriendo aquí, en prisión; pero no me avergüenzo de ello, porque yo sé en quién he puesto mi confianza y estoy seguro de que él es capaz de guardar lo que le he confiado hasta el día de su regreso.


¿Por qué no había nadie cuando vine? ¿Por qué nadie respondió cuando llamé? ¿Se debe a que no tengo poder para rescatar? ¡No, no es esa la razón! ¡Pues yo puedo hablarle al mar y hacer que se seque! Puedo convertir los ríos en desiertos llenos de peces muertos.


el Ángel que me ha salvado de todo mal— bendiga a estos muchachos. Que ellos preserven mi nombre y el nombre de Abraham y de Isaac. Y que su descendencia se multiplique en gran manera por toda la tierra».


Si somos infieles, él permanece fiel, pues él no puede negar quién es.


Él mismo redimirá a Israel de toda clase de pecado.


aun así mantendrá el derecho de que alguien pague rescate por él, incluso después de haber sido comprado. Un hermano lo puede volver a comprar,


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