Salmos 28:7 - Biblia Nueva Traducción Viviente

⁷ El Señor es mi fortaleza y mi escudo; confío en él con todo mi corazón. Me da su ayuda y mi corazón se llena de alegría; prorrumpo en canciones de acción de gracias.

កំណែច្រើនទៀត

Biblia Reina Valera 1960

⁷ Jehová es mi fortaleza y mi escudo; En él confió mi corazón, y fui ayudado, Por lo que se gozó mi corazón, Y con mi cántico le alabaré.

Biblia Católica (Latinoamericana)

⁷ El Señor es mi fuerza y mi escudo, mi corazón confiaba en él, y me socorrió; por eso mi corazón se alegra y le canto agradecido.

La Biblia Textual 3a Edicion

⁷ YHVH es mi fortaleza y mi escudo, En Él confió mi corazón, y fui ayudado, Por lo que mi corazón se regocija, Y lo alabo con mi cántico.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

⁷ El Señor es mi fortaleza, él mi escudo, en él espero y él me ayuda: mi corazón se regocija y con mi canto le doy gracias.

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

⁷ Jehová es mi fortaleza y mi escudo: En Él confió mi corazón, y fui ayudado; por tanto, en gran manera se regocija mi corazón, y con mi canción le alabaré.

Salmos 28:7 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា

Isaías 61:10

¡Me llené de alegría en el Señor mi Dios! Pues él me vistió con ropas de salvación y me envolvió en un manto de justicia. Soy como un novio vestido para su boda o una novia con sus joyas.

Efesios 6:10

Una palabra final: sean fuertes en el Señor y en su gran poder.

Salmos 40:3

Me dio un canto nuevo para entonar, un himno de alabanza a nuestro Dios. Muchos verán lo que él hizo y quedarán asombrados; pondrán su confianza en el Señor.

Salmos 13:5

Pero yo confío en tu amor inagotable; me alegraré porque me has rescatado.

Salmos 28:8

El Señor le da fuerza a su pueblo; es una fortaleza segura para su rey ungido.

Isaías 12:2

Miren, Dios ha venido a salvarme. Confiaré en él y no tendré temor. El Señor Dios es mi fuerza y mi canción; él me ha dado la victoria».

Salmos 84:11

Pues el Señor Dios es nuestro sol y nuestro escudo; él nos da gracia y gloria. El Señor no negará ningún bien a quienes hacen lo que es correcto.

Salmos 69:30

Entonces alabaré el nombre de Dios con cánticos, y lo honraré con acción de gracias.

Salmos 22:4

Nuestros antepasados confiaron en ti, y los rescataste.

Salmos 91:4

Con sus plumas te cubrirá y con sus alas te dará refugio. Sus fieles promesas son tu armadura y tu protección.

Salmos 3:3

Pero tú, oh Señor, eres un escudo que me rodea; eres mi gloria, el que sostiene mi cabeza en alto.

Salmos 21:1

¡Cuánto se alegra el rey en tu fuerza, oh Señor! Grita de alegría porque tú le das la victoria.

Génesis 15:1

Tiempo después, el Señor le habló a Abram en una visión y le dijo: —No temas, Abram, porque yo te protegeré, y tu recompensa será grande.

Apocalipsis 5:9

Y cantaban un nuevo canto con las siguientes palabras: «Tú eres digno de tomar el rollo y de romper los sellos y abrirlo. Pues tú fuiste sacrificado y tu sangre pagó el rescate para Dios de gente de todo pueblo, tribu, lengua y nación.

Salmos 46:1

Dios es nuestro refugio y nuestra fuerza; siempre está dispuesto a ayudar en tiempos de dificultad.

Salmos 33:21

En él se alegra nuestro corazón, porque confiamos en su santo nombre.

Apocalipsis 15:3

y entonaban el canto de Moisés, siervo de Dios, y el canto del Cordero: «Grandes y maravillosas son tus obras, oh Señor Dios, el Todopoderoso. Justos y verdaderos son tus caminos, oh Rey de las naciones.

Salmos 19:14

Que las palabras de mi boca y la meditación de mi corazón sean de tu agrado, oh Señor, mi roca y mi redentor.

Isaías 45:24

La gente declarará: «El Señor es la fuente de mi justicia y de mi fortaleza». Y todos los que estaban enojados con él se le acercarán y quedarán avergonzados.

Salmos 3:4

Clamé al Señor, y él me respondió desde su monte santo. Interludio

Salmos 13:6

Cantaré al Señor porque él es bueno conmigo.

Salmos 37:39

El Señor rescata a los justos; él es su fortaleza en tiempos de dificultad.

Salmos 43:2

Pues tú eres Dios, mi único refugio seguro. ¿Por qué me hiciste a un lado? ¿Por qué tengo que andar angustiado, oprimido por mis enemigos?

Salmos 46:2

Por lo tanto, no temeremos cuando vengan terremotos y las montañas se derrumben en el mar.