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Salmos 24:7 - Biblia Nueva Traducción Viviente

7 ¡Ábranse, portones antiguos! Ábranse, puertas antiguas, y dejen que entre el Rey de gloria.

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Biblia Reina Valera 1960

7 Alzad, oh puertas, vuestras cabezas, Y alzaos vosotras, puertas eternas, Y entrará el Rey de gloria.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

7 ¡Ea puertas, levanten sus dinteles, elévense, portones eternos, y que pase el Rey de la Gloria!

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La Biblia Textual 3a Edicion

7 ¡Alzad, oh puertas, vuestras cabezas! ¡Sed levantados vosotros, portales eternos, Y entrará el Rey de gloria!

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

7 Alzad, puertas, vuestros dinteles, elevaos, portones de otro tiempo, para que entre el rey glorioso.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

7 Alzad, oh puertas, vuestras cabezas, y alzaos vosotras, puertas eternas, y entrará el Rey de gloria.

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Salmos 24:7
23 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Abran las puertas a todos los que son justos; dejen entrar a los fieles.


«Tú eres digno, oh Señor nuestro Dios, de recibir gloria y honor y poder. Pues tú creaste todas las cosas, y existen porque tú las creaste según tu voluntad».


pero los gobernantes de este mundo no lo entendieron; si lo hubieran hecho, no habrían crucificado a nuestro glorioso Señor.


Los cielos proclaman su justicia; toda nación ve su gloria.


«¡Miren! Yo envío a mi mensajero y él preparará el camino delante de mí. Entonces el Señor al que ustedes buscan vendrá de repente a su templo. El mensajero del pacto a quien buscan con tanto entusiasmo, sin duda vendrá», dice el Señor de los Ejércitos Celestiales.


Haré temblar a todas las naciones y traerán los tesoros de todas las naciones a este templo. Llenaré este lugar de gloria, dice el Señor de los Ejércitos Celestiales.


Los sacerdotes no pudieron seguir con la celebración a causa de la nube, porque la gloriosa presencia del Señor llenaba el templo del Señor.


Ahora Cristo ha ido al cielo. Él está sentado en el lugar de honor, al lado de Dios, y todos los ángeles, las autoridades y los poderes aceptan su autoridad.


Así que trasladaron el arca y la colocaron en su lugar dentro de la carpa especial que David le había preparado. David sacrificó al Señor ofrendas quemadas y ofrendas de paz.


En cambio, crezcan en la gracia y el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. ¡A él sea toda la gloria ahora y para siempre! Amén.


Cuando el Señor Jesús terminó de hablar con ellos, fue levantado al cielo y se sentó en el lugar de honor, a la derecha de Dios.


La futura gloria de este templo será mayor que su pasada gloria, dice el Señor de los Ejércitos Celestiales, y en este lugar, traeré paz. ¡Yo, el Señor de los Ejércitos Celestiales, he hablado!”».


Levántate, oh Señor, y entra en tu lugar de descanso, junto con el arca, símbolo de tu poder.


Mis amados hermanos, ¿cómo pueden afirmar que tienen fe en nuestro glorioso Señor Jesucristo si favorecen más a algunas personas que a otras?


Luego los sacerdotes llevaron el arca del pacto del Señor al santuario interior del templo —el Lugar Santísimo— y la colocaron bajo las alas de los querubines.


¡Cuánto se alegra el rey en tu fuerza, oh Señor! Grita de alegría porque tú le das la victoria.


Tu victoria le da mucha honra, y lo has vestido de esplendor y majestad.


¡Salgan por las puertas! ¡Preparen la carretera para el regreso de mi pueblo! Emparejen el camino, saquen las rocas y levanten una bandera para que la vean todas las naciones.


En cuanto a ti, Jerusalén, ciudadela del pueblo de Dios, recuperarás tu fuerza y poder soberano. El reino será restaurado a mi muy amada Jerusalén.


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